El sistema sanitario está cambiando y la pandemia ha acelerado los cambios poniendo sobre la mesa la necesidad de contar con herramientas de inteligencia artificial (IA) para desarrollar una medicina conectada, precisa y personalizada que ayude a mejorar los resultados sanitarios y de salud y, por lo tanto, el pronóstico y la calidad de vida de los pacientes, optimizar los resultados y contribuir a hacer más eficiente el sistema sanitario: así se puso de manifiesto durante la reunión del comité de Innovación de la Fundación IDIS, en la que participaron profesionales de la compañía J&J Medtech; en concreto, Manuel Vilches, Senior Medical&Government Affairs Director; Patricia Ruiz, Health Economics and Market Access en J&J y Javier Quintana, Health Economics and Market Access Lead EMEA DPS and J&J MD Spain. En la sesión se mostró cómo trabaja la Compañía para dar forma a un futuro en el que la intervención médica sea más precisa y específica, menos invasiva y más personalizada, a través de un ecosistema digital con el que mejorar toda la atención al paciente.
Así, se destacaron cuáles son los beneficios de los acuerdos basados en el valor añadido que aporta la innovación disruptiva digital, demostrando la utilidad (para el paciente, el profesional y el sistema) de una tecnología o un programa médico específico creando una relación de confianza entre todas las partes que sea duradera. Para ejemplificar el beneficio de este tipo de modelos, se expuso la problemática que existe en los hospitales españoles con las infecciones en el entorno quirúrgico (ISQ), ya que son una de las primeras causas de las infecciones nosocomiales, solo por detrás de las respiratorias. En este caso, la evidencia apoya la adopción de Suturas recubiertas como parte de un paquete de medidas para prevenir la ISQ, medida recomendada en el Servicio Nacional de Salud de Reino Unido para el cierre de heridas después de un procedimiento quirúrgico. Se estima que, con el uso de estas suturas, se puede conseguir un ahorro potencial en el manejo de complicaciones de 49.804.007 €[1] y la reducción en un 15% de infecciones de la herida quirúrgica, con la consiguiente disminución de reingresos, reintervenciones, etc y una mejor calidad asistencial para el paciente.
Por otro lado, se identificaron cuáles son los retos de futuro del nuevo Reglamento europeo de productos sanitarios, que busca mejorar la calidad de los productos sanitarios, aumentar la seguridad de los pacientes y mejorar el acceso a la información, abogando por la evidencia científica. Tal y como se mencionó, mayo de 2024 será el final del período transitorio para la aplicación definitiva de la nueva Regulación de Dispositivos Médicos (MDR). En esta línea, los productos y sus procesos de fabricación serán diseñados de modo que se elimine o se reduzca en la medida de lo posible el riesgo de infección para pacientes, usuarios y, cuando proceda, otras personas. También se incidió en que esta regulación afecta a los dispositivos nuevos y a la mayoría de los dispositivos anteriores (con marcado CE), los cuales deberán ser recertificados para cumplir la nueva normativa.
Según Ángel de Benito y Marta Villanueva, secretario y directora general de la Fundación IDIS, “es clave apostar por soluciones sanitarias transformadoras a través de alianzas estratégicas centradas en la atención sanitaria basada en el valor aportado. Todo ello conlleva ventajas para el paciente, beneficios para el profesional en su desempeño asistencial y ahorros potenciales para el sistema que, sin duda, ayudarán a seguir invirtiendo en otros aspectos”.