“La flexibilidad en los modelos de titularidad privada, la capacidad de adaptación a circunstancias cambiantes provocadas por la propia demografía, por la innovación incesante o por la mejora del empoderamiento del ciudadano entre otros, la agilidad a la hora de establecer prioridades en las compras y las inversiones, los menores costes administrativos y de transacción, la mayor eficiencia y, por lo tanto, la competitividad junto a una apuesta decidida por la mejora de la calidad, la seguridad, los resultados de salud y la experiencia de paciente hacen del entorno de titularidad privada en sanidad un ámbito de mejora continua y estímulo permanente”. Así lo ha asegurado Luis Mayero, presidente del Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (Fundación IDIS) durante su participación en el encuentro “Excelencia en la Gestión” organizado por la Fundación Bamberg en Madrid.
Luis Mayero, presidente de IDIS. |
El sector sanitario privado construye sistemas de buen gobierno en los que prima la responsabilidad, la transparencia y la rendición de cuentas a los diferentes grupos de interés (a través de códigos de conducta / guías de Buenas Prácticas, políticas de Civismo Empresarial, etc…). Asimismo, ofrece una mayor eficiencia en general motivada por una gestión integral de todos los recursos, estructuras, infraestructuras y servicios, por una financiación sometida a los resultados en salud, por la innovación responsable y la gran capacidad de adaptación al cambio y a los modelos emergentes derivados del conocimiento científico. Por otro lado, fomenta la competitividad intercentros, y pone especial énfasis en conseguir los mejores resultados en salud y en mejorar la atención prestada y el servicio a partir de conocer la experiencia del paciente, entre otros aspectos. Todo ello hace que su modelo de gestión ofrezca importantes ventajas.
Hablan los resultados
En los informes que realiza la Fundación IDIS se puede observar cómo pacientes, profesionales y centros confían en el entorno sanitario de titularidad privada por sus resultados de salud, calidad, seguridad, innovación y eficiencia en la gestión. Así, por ejemplo, se puede destacar que el sistema sanitario privado aporta eficiencia, ya que supone ahorros de entre 670 euros y 1.203 euros por persona y año al Sistema Nacional de Salud (SNS). De la misma forma apuesta por la calidad en la prestación asistencial; la posesión de certificaciones como la ISO, modelo de excelencia europeo EFQM, Acreditación Joint Commission y la Certificación OHSAS 18001 son muestra de la implantación de políticas de garantía de calidad en los centros. Además, la Fundación IDIS, aboga por la calidad y pone a disposición de las organizaciones sanitarias la Acreditación QH (Quality Healthcare), que ya poseen 115 entidades.
Los resultados en salud también muestran la eficiencia de la sanidad privada que se caracteriza por tener 3,38 días de estancia media de ingreso, 8 horas de estancia media pre-quirúrgica o más del 55% de las cirugías ambulatorias. La accesibilidad también es otra de las características a tener en cuenta, por datos como los 10 días para la realización de las mamografías, 9 para la resonancia magnética y 6 para el TAC (con 4 días de media para entrega de informes). La espera inferior a media hora para la asistencia en urgencias, la espera menor a 15 días para el inicio del tratamiento oncológico, 2 semanas para la citación de consultas o la espera quirúrgica inferior a los 29 días son otros de los aspectos valorados en este ítem.
La sanidad privada está rompiendo muchos mitos y el número de pacientes a los que atiende crece año tras año (un 5% en el último); no en vano, el 83% de los usuarios de la sanidad privada valora sus servicios por encima de notable y además un 92% recomendaría el uso de los servicios. El último informe llevado a cabo por la Fundación IDIS “Experiencia de Paciente. Primer Estudio de Medición en Sanidad Privada en España” ha llevado el análisis a otra dimensión: la experiencia que tiene el paciente durante su “viaje” por el sistema sanitario privado y en qué medida se cumplen sus expectativas. Según este trabajo, 8 de cada 10 pacientes de la sanidad privada está satisfecho o muy satisfecho con la misma. Además se obtiene puntuaciones altas en las etapas vividas por el paciente: el nivel de satisfacción en la hospitalización alcanza el 8,2, seguido de un 7,9 en el caso de las consultas médicas, pruebas diagnósticas y seguro y de un 7,4 en el caso de urgencias.