Con casi 3.500 casos al año en España, según datos de enero de 2018 de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), el cáncer de ovario es el quinto tumor en frecuencia en mujeres. Debido al posible carácter hereditario de algunos de estos tumores, muchas mujeres que descubren que son portadoras de una mutación genética que les predispone a desarrollar este tipo de tumor, como fue el mediático caso de la actriz Angelina Jolie, deciden consultar con un profesional sanitario la posibilidad de proceder a una extirpación preventiva de sus ovarios e incluso de sus mamas con el objetivo de reducir este riesgo.
Javier de Santiago. |
La Salpingooforectomia, es decir, la extirpación de los ovarios y las trompas de Falopio ante un riesgo elevado de desarrollar un cáncer de ovario o la recaída de un cáncer de mama, se realiza de forma habitual por vía laparoscópica, de forma que se realizan tres incisiones en el abdomen de la paciente para extraer los ovarios. Aunque no es una intervención quirúrgica muy complicada, Javier de Santiago, jefe del Servicio de Ginecología Oncológica de MD Anderson Cancer Center Madrid, sí señala que “estas incisiones se pueden infectar, provocar dolor o ser molestas”. Por este motivo, el Servicio que dirige este especialista prefiere optar por la cirugía laparoscópica de puerto único que, como él mismo explica, “se trata de utilizar una cicatriz natural del organismo, el ombligo, para la extirpación de los ovarios”.
Así, continúa de Santiago, “se realiza una incisión muy pequeña en el ombligo, de entre 1,5 y 2 centímetros, en una intervención ambulatoria que dura aproximadamente entre 30 y 40 minutos, de forma que la paciente puede irse a casa en el mismo día”. Aunque, más que el tiempo de estancia hospitalaria (en ocasiones, las pacientes a las que se le practica una cirugía laparoscópica tradicional tampoco necesitan ingreso hospitalario), lo más importante, destaca de Santiago, es que “la recuperación es muchísimo mejor y más rápida, lo que repercute de forma directa en la calidad de vida de la paciente”. MD Anderson Madrid es uno de los pocos centros hospitalarios en España que realiza este tipo de cirugía profiláctica a partir de cirugía laparoscópica por puerto único.
Sobre la selección de las pacientes, este especialista destaca que es muy importante explicarle muy bien a la paciente los pros y los contras de esta intervención, atendiendo a determinados factores. Así, por ejemplo, es muy importante acudir a una consulta de consejo genético para determinar exactamente la mutación genética que porta la persona y el porcentaje de riesgo derivado de ella ya que, como explica de Santiago, “este porcentaje puede variar de un 5 a un 80%, lo cual determina mucho la decisión de someterse o no a esta interveción”. Además, este especialista también señala la edad como un factor muy importante. “Se suele hacer en la mayoría de los casos cuando la mujer ya ha completado su deseo de tener hijos y ya no tiene la regla”, enfatiza.
En cuanto al tratamiento posterior de las pacientes, aquí depende más del motivo de la intervención y de nuevo de la edad que de la propia técnica utilizada. “Con algunos tipos de cáncer de ovario sí es posible realizar un tratamiento hormonal sustitutivo posterior, pero no podremos prescribirlo si la intervención se ha realizado por una recurrencia en cáncer de mama o un tumor hormonodependiente”, apunta de Santiago, quien sí ha querido enfatizar el uso del tratamiento hormonal sustitutivo tras la extirpación preventiva de los ovarios sobre todo en mujeres jóvenes, con el objetivo de evitar la aparición de una menopausia precoz.