Ante los datos ofrecidos por el Ministerio de Sanidad, según los cuales el porcentaje de administración de la vacuna frente a COVID-19 alcanza el 11,5 por ciento de las dosis disponibles, el Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (Fundación IDIS), entidad constituida por la mayoría de las empresas sanitarias privadas de España, quiere mostrar la disponibilidad absoluta del sector sanitario privado en todas las Comunidades Autónomas para agilizar el ritmo de vacunación que requiere la pandemia y lograr una más rápida inmunidad, sin incrementar los costes del Sistema Sanitario dado que la sanidad privada no factura nada por la vacunación.
El aumento del número de contagios en las últimas semanas y el incremento de la demanda asistencial asociada, unidos a la saturación ya existente en los servicios de atención primaria, dificultarán aún más la celeridad de la campaña de vacunación, lo que hace imprescindible que se utilicen todos los recursos disponibles para que, cuanto antes, esté vacunado un mayor porcentaje de población. Es importante resaltar que la sanidad de titularidad privada cuenta con 458 hospitales, más de 12.000 centros médicos y cerca de 270.000 profesionales.
Contemplar una logística dinámica que sume voluntades y esfuerzos para todo el proceso es clave, evitando que las vacunas disponibles estén a la espera de ser administradas al segmento de población previamente establecido y permitiendo avanzar en otros grupos de población para lograr el objetivo de inmunización en el tiempo más breve posible.
La disponibilidad de la sanidad de titularidad privada desde el inicio de la crisis de Covid-19 y durante las distintas fases de la pandemia es una muestra irrefutable del compromiso del sector, que ha permitido prestar asistencia a miles de personas desde entonces hasta llegar hoy a un escenario que sigue requiriendo la colaboración de todos y una gestión eficaz de la compleja situación que estamos viviendo, en este caso centrado en los recursos para la vacunación.
Vacunar al mayor volumen de la población en el menor tiempo posible es imprescindible y para ello la suma de todos los esfuerzos y recursos materiales y humanos que ofrece el sistema en su doble vertiente de titularidad es clave y este debe ser precisamente el objetivo prioritario para controlar la situación epidemiológica a la mayor brevedad posible, una vez que toda demora supone un impacto evidente en términos de morbimortalidad, bienestar y calidad de vida para la población.