La medicina de precisión busca aumentar los beneficios del tratamiento de cada paciente al tiempo que disminuye los efectos adversos del mismo. Por eso, diferentes expertos internacionales se dan cita en Barcelona para hablar de las ventajas del sistema direccional en la estimulación cerebral que permite esto mismo: tratar trastornos nerviosos de forma efectiva evitando efectos secundarios sobre otras áreas del cerebro.
Eric Thépaut, presidente para Europa de Boston Scientific. |
"Es un foro multidisciplinar. Tenemos ingenieros, neurólogos y neurocirujanos interesados en un aspecto común, que es proporcionar el mejor tratamiento para trastronos nerviosos a través de la estimulación cerebral profunda. No es ningún tratamiento experimental, lleva empleándose 25 años, pero en los últimos años los avances teconológicos han permitido que tengan más eficacia y seguridad. Podemos reducir los efectos adversos e implentar beneficios sobre el paciente, así como ampliar el número de pacientes a los cuales beneficiar de la técnica", ha explicado Jordi Rumià, neurocirujano del Hospital Clínic de Barcelona.
Al principo, tal y como explica el experto, la estimulación cerebral se aplicaba para tratar trastornos del movimiento, sobre todo párkinson, distonia y temblores. "Actualmente, se emplea en una amplia gama de enfermedades que van desde trastornos psiquiátricos, epilepsia hasta enfermedades neurodegenerativas. Inluso el alzhéimer. Trata a pacientes que antes no tenían esta opción terapéutica", ha proseguido.
Evita la estimulación de otras áreas
Porque los avances de esta terapia están permitiendo que sea altamente precisa, tal y como ha explicado Francesc Valldeoriala, del Hospital Clínic de Barcelona. "El sistema que se utilizaba previamente permitía emitir el campo eléctrico necesario para estimular las estructuras del cerebro de una manera indiscriminada, de forma circular, que se dirigía en todas las direcciones del espacio", ha explicado.
Y ha proseguido: "Dado que las dianas que se utilizan en general todas ellas para tratar párkinson, distonía o trastornos psiquiátricos son de muy pequeño tamaño, y están rodeadas de estructuras muy importantes en el cerebro, estimular esas estructuras adyacentes pueden generar efectos adversos. Por lo tanto, puede que el paciente tenga mejora subclínica de su enfermedad, por ejemplo el párkinson, pero desarrollar trastornos del habla".
"Este sistema direccional permite dirigir el campo eléctrico hacia una zona concreta del cerebro evitando que se estimulen otras áreas para evitar crear un efecto adverso".
Escala milimétrica
El sistema direccional es capaz de dirigir la estimulación no solo sobre el eje del electrodo, sino alrededor de este gracias a una estructura novedosa de electrodos segmentados -desarrollados por la compañía Boston Scientific- junto con la tecnología direccional que permite controlar la estimulación en cada uno de los segmentos de forma independiente.
Estos sistemas innovadores abren la posibilidad, por primera vez en la historia de la estimulación cerebral profunda para los trastornos del movimiento, de ser capaces de ser más selectivo en la estimulación sobre estructuras a escala milimétrica en el cerebro. El objetivo es conseguir potencialmente una reducción de los efectos adversos y lograr el tratamiento más personalizado posible en cada paciente.
Ensayos en alzhéimer
"En el cerebro hay varios circuitos. En el caso del alzhéimer, se ven afectados los circuitos de la memoria. Hemos visto que en esta enfermedad hay ciertas partes del cerebro que están apagadas, como si hubiera cortes de luz. La estrategia es estimular esos circuitos del cerebro, a ver si podemos encender las luces", ha expuesto Andrés Lozano, neurocirujano en Toronto, Canadá.
"En la actividad del cerebro podemos medir la glucosa, y hemos visto que en el alzhéimer hay partes apagadas, que no utilizan la glucosa como debe. Estimulando esos circuitos uno puede establecer que se utilice glucosa de nuevo, lo que indica que puede ser reversible", ha añadido.
Hasta ahora, ya han hecho un estudo piloto con seis pacientes de Canadá y 42 de Estados Unidos que muestra que, de momento, la técnica es segura y que en ciertos pacientes puede haber una mejoría. Con el tiempo, y a raíz de los resultados de diferentes estudios de los que extraigan resultados concluyentes, podrán ver hasta qué punto el sistema direccional supondrá un freno para diferentes enfermedades que afectan a un amplio porcentaje de la población.