La Fundación Pfizer colabora con el Programa Richi Social Entrepreneurs, de Richi Foundation, un programa que sirve para apoyar a startups de salud de todo el mundo con el potencial de generar un notable impacto en la sociedad, acercándolas al ecosistema de emprendimiento e innovación de Boston (EE.UU.).
Este programa tiene como objetivo ayudar a emprendedores a definir su propia estrategia, actuando como catalizador para crear vínculos entre estas startups y los agentes clave en innovación (incubadoras, aceleradoras, inversores o proveedores, entre otras).
Para el presidente de la Fundación Pfizer, Sergio Rodríguez, “con modelos de colaboración como éste, podremos ser
Pfizer lleva tiempo trabajando en fórmulas de colaboración innovadoras con entidades y universidades de todo el mundo. |
más ágiles a la hora de dar respuesta a las necesidades reales de los pacientes”. Y es que, asegura, “el conocimiento hoy en día está disperso y nuestra forma de relacionarnos ya es global, por lo que la innovación no puede depender únicamente de grandes compañías, porque fuera todo evoluciona muchísimo más rápido”.
Pfizer ya lleva tiempo trabajando en fórmulas de colaboración innovadoras con entidades y universidades de todo el mundo. Así, concluye Sergio Rodríguez, “en la Fundación buscamos también la forma de combinar complementariamente el ADN de una gran compañía como Pfizer con el modelo de trabajo de las startups, para obtener lo mejor de ambos mundos en beneficio del sistema y poder ofrecer a los pacientes soluciones reales a sus problemas”.
Según el director del programa, Ernest Lara, “en muchos entornos vemos constantemente cómo las startups canalizan la innovación incluso mejor que las grandes empresas. Esto es debido a que la startup organiza para dar solución a un problema muy específico a través de una propuesta de valor muy concreta, con alto potencial de crecimiento. La pequeña estructura organizativa que persigue dicho objetivo en la startup resulta muy ágil y eso es algo que a las grandes empresas les cuesta mucho alcanzar”.
“De hecho, -continúa el director- ya hace años que las grandes empresas perciben el ecosistema de emprendedores como una fórmula imprescindible de innovación abierta. Pero todavía queda mucho camino por recorrer en este sentido. Desde mi punto de vista, ese camino pasará por nuevos modelos de colaboración entre startups y grandes empresas que permitan varios aspectos importantes: acelerar la puesta en marcha de las soluciones y maximizar de forma eficiente y responsable el impacto positivo en la sociedad y medioambiente. Todo ello, por supuesto, generando valor para todos los implicados en el proceso de innovación”.
Dos empresas españolas entre las participantes
En la edición de este año, que ha concluido con éxito recientemente, han participado 10 startups europeas y latinoaméricanas, entre ellas dos españolas: Zymvol Biomodeling, especializada en biotecnología y Mendelian, proyecto anglo-español de Big Data.
Zymbol accedió al Richi Social Entrepreneurs tras ganar el premio del programa de aceleración de startups industriales de IQS Tech Factory y fue seleccionada como la startup industrial más prometedora de 2017.
Según Fátima Lucas, CEO de Zymvol Biomodeling, “participar en este programa es una gran experiencia, tanto a nivel personal como profesional, y nos ha aportado la información necesaria para validar la viabilidad de nuestro proyecto, prepararnos para obtener fondos o empezar un negocio y obtener una importante red de contactos, así como conocer a un gran número de personas con una larga trayectoria profesional que aportan valiosos consejos”.
“Por todo ello, programas como este resultan clave; como emprendedores dependemos en gran medida del apoyo de personas e instituciones que crean en nuestro proyecto y ayuden con su tiempo y conocimiento. La Fundación Pfizer lleva muchos años fomentando la innovación científica y la mejora de la vida de las personas, y son entidades como esta Fundación las que nos permiten a los emprendedores dar el primer paso en nuestro proyecto”, declara Fátima Lucas.
Los participantes han tenido la oportunidad de ver, durante las tres semanas que han estado en Boston, a 20 inversores, 96 expertos de la industria, representantes de más de 88 instituciones tanto públicas como privadas que han apoyado esta edición y han llevado a cabo más de 91 reuniones cara a cara con personas y entidades de interés.