Existen atributos como el del profesionalismo en el ámbito de la salud que son relevantes tanto en su vertiente cuantitativa como cualitativa una vez que articulan patrones de mejora continua tanto en conocimiento, habilidades y pericia profesional como en términos de conducta y comportamiento individualizado, valores enfocados hacia un mejor cuidado de las personas enfermas y de la salud de nuestra sociedad en su conjunto.
Manuel Vilches, director general de IDIS. |
En este contexto, la responsabilidad social de los médicos exige competencia profesional, un valor que implica capacitación científico-técnica. Sin embargo, esto no es suficiente por sí solo en la medicina actual, ya que es necesaria una capacitación humana basada en los valores. “Es necesario que la relación médico-paciente se lleve a cabo de forma correcta tomando como base la deontología y el código de conducta de la profesión. La sanidad privada apuesta por impulsar el concepto humanístico de la medicina y trabaja de una forma decidida en lo que ha venido a llamarse medicina de las 5 P: predictiva, poblacional, personalizada, participativa y preventiva con el objetivo de mejorar los resultados de salud obtenidos y, por ende, conseguir una mayor fluidez y confianza entre el paciente y su entorno y el profesional sanitario”. Así lo ha manifestado el director general de IDIS, Manuel Vilches, durante su intervención en la sesión “Profesionalismo en el ejercicio de la medicina privada” celebrada en marco de la VI Convención de la Profesión Médica, en la que ha participado como ponente, junto a Juan Abarca, como presidente de HM Hospitales.
Nos encontramos en un momento de cambio en el que es necesario reivindicar la relación médico-paciente desde un punto de vista de corresponsabilidad en la gestión de la salud individual y colectiva. Es evidente que para lograr una atención sanitaria de calidad todo médico debe poseer los conocimientos y habilidades necesarias validadas y acreditadas, pero a su vez debe comprometerse con un conjunto de valores, manifestar una serie de actitudes y mantener unas conductas y comportamientos que, en conjunto se engloban dentro del denominado profesionalismo médico el cual se encuentra asentado en la propia deontología de la profesión.
Según pone de manifiesto el informe técnico de la Escuela Andaluza de Salud Pública sobre esta materia “de acuerdo a la “Physician Charter”, el profesionalismo médico exige poner los intereses de los pacientes por encima del de los profesionales sanitarios, adquirir y mantener los estándares de competencia e integridad, y proporcionar consejo experto a la sociedad en materia de salud. Exige, por tanto, dotarse de habilidades clínicas y de comunicación, así como una asunción del marco ético y legal de la conducta profesional. Este es el caldo de cultivo para que desarrollen los valores cardinales que integran el profesionalismo médico, descritos por el Medical Professionalism Project de la American Board of Internal Medicine: excelencia, humanismo, responsabilidad y altruismo”.
“El concepto de medicina basada en la evidencia científica debe dejar paso a un nuevo modelo, el de la medicina basada en los valores. Valores científicos, técnicos y humanos (de carácter afectivo y emocional – confianza, honestidad, integridad, respeto y altruismo -) que ofrezcan la mejor atención sanitaria a pacientes, preservando su salud y su vida, pero respetando su dignidad. Así, los profesionales médicos podrán dar respuesta al compromiso y exigencias que la sociedad demanda al concederles el privilegio de su confianza. Con ello avanzarán hacia la excelencia profesional”.
La experiencia del paciente
Lo que vive el paciente durante su relación médica tiene un impacto directo en su salud. Por ese motivo, durante la sesión se han presentado a los asistentes los datos del estudio “Experiencia de Paciente. Primer Estudio de Medición en Sanidad Privada en España” desarrollado para tener una radiografía de la experiencia vivida por el paciente cuando interacciona con el sistema sanitario, entender las expectativas, saber dónde actuar para mejorar y focalizarse en lo que en realidad importa a los usuarios. Con más de 10.000 entrevistas, el informe recoge niveles de satisfacción de 8,2 en la etapa de hospitalización, 7,9 en proceso administrativo de aseguramiento, pruebas diagnósticas o consulta, y 7,4 en urgencias. En este estudio y en opinión de las personas entrevistadas durante los momentos médicos, aquellos en los que hay un contacto directo con el facultativo en las diferentes etapas, marcan la diferencia con un 90% de cumplimiento incluso por encima de sus expectativas (Experiencia WOW).
Para el director general de IDIS, “La experiencia de paciente en sanidad privada contribuye a la mejora de la salud y de la vida de los pacientes una vez que lo que vive el paciente durante su relación médica tiene un impacto directo en su salud y ofrece una experiencia diferencial. En definitiva, medir la experiencia nos ayuda a trabajar en lo que en realidad le importa al paciente y el análisis de los datos nos permite mantener los altos estándares de calidad que la sanidad privada ha adquirido en España”.