El principio deontológico de la profesión médica primum non nocere adquiere un nuevo significado en esta época de emergencia climática. Resulta paradójico que nuestra actividad asistencial contribuya al mismo tiempo a los graves problemas de salud -entre otros-, derivados del calentamiento global y la contaminación ambiental. Pero así es.
El sector salud es el responsable del 4,4% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero. Una huella climática equivalente a las emisiones anuales de 514 centrales eléctricas de carbón, de manera que, si fuese un país, sería el quinto emisor más grande del planeta, según datos del estudio realizado por la ONG Health Care Without Harm (HCWH).
Si bien es cierto que el 71% de esas emisiones deriva de la cadena de suministros (lo que limita la capacidad de intervención de las empresas), el 29% restante procede de los establecimientos de salud en sí (17%), y de su consumo energético (12%), lo que sí depende más de las decisiones -y omisiones- de las empresas hospitalarias.
Aprendiendo de las grandes organizaciones que lideran a nivel internacional el compromiso con la ESG, Vithas acaba de alcanzar dos hitos muy relevantes.
En primer lugar, nuestra compañía ya es neutra en carbono en lo tocante al consumo de energía eléctrica y de gas natural. Desde 2020, toda la electricidad consumida por Vithas procede de fuentes 100% renovables certificadas; ahora, el acuerdo que hemos suscrito con nuestro proveedor de gas natural nos permitirá neutralizar las emisiones de CO2 asociadas mediante los mecanismos de flexibilidad autorizados por las legislaciones española y europea.
En segundo lugar, AENOR acaba de certificar nuestra medición de la huella de carbono global de Vithas en los tres Alcances que la componen (1: emisiones directas de nuestra actividad; 2: emisiones derivadas del consumo energético, y 3: emisiones indirectas provocadas por nuestra actividad, como los desplazamientos de pacientes o empleados). Se suele decir que lo que no se mide, no existe, por lo que este arduo ejercicio es imprescindible para que podamos construir estrategias realistas, eficientes y creíbles en nuestro compromiso con la sostenibilidad.
Soy muy consciente de que aún nos queda un largo camino por recorrer, pero ya se sabe que un viaje de mil leguas empieza con un solo paso. Un camino sin retorno que iniciamos hace una década con el primer Plan Estratégico de Eficiencia Energética, que en estos años ha ido ampliando sus objetivos e incorporando metas tan ambiciosas como las que acabamos de alcanzar.
Como en tantas otras decisiones estratégicas de Vithas, han sido nuestros 12.500 profesionales y nuestros pacientes quienes nos han inspirado y animado a elaborar nuestro nuevo Plan Director de Sostenibilidad. Porque todos ellos son fiel reflejo de una sociedad que cambia a ojos vista e incorpora nuevos valores, como la exigencia con las empresas que tienen, tenemos, en nuestras manos un amplio margen de mejora en la protección del medioambiente y, por tanto, en el cuidado de la salud de las personas de hoy y de mañana.