Según datos de la Sociedad Española de Oncología Radioterápica (SEOR), cada año se diagnostican en España más de 78.000 nuevos casos de cáncer de piel, con una tasa del 95% de cánceres cutáneos no melanoma. Por su parte, se estima que el melanoma generará casi 7.474 nuevos diagnósticos en España en 20221, con un aumento estimado de la incidencia del 10% anual.
En los últimos años, la inmunoterapia se está consolidando como una forma de prevención ante recaídas una vez que el paciente se ha recuperado de la cirugía de su melanoma. “Cada vez hay más evidencias de que la inmunoterapia funciona, incluso en estadios más precoces. En estadios 2 y 3, donde no hay metástasis, disminuye el riesgo de recaída. Por eso, es necesario hacer uso de este tipo de tratamiento. Curamos en la prevención”, explica la Dra. Pilar López Criado, responsable de la Unidad Multidisciplinar de Piel y Melanoma y jefa de la Sección de Tumores de Pulmón, Cabeza y cuello, y Melanoma de MD Anderson Cancer Center Madrid.
La especialista asegura que también se van a producir mejoras terapéuticas en los cánceres de piel más avanzados gracias a nuevas combinaciones de inmunoterapia, en contraposición a la monoterapia que se administra en estadios más precoces. “A medio plazo, estas combinaciones van a posicionarse como una alternativa a las opciones que ya teníamos. Decir inmunoterapia es entrar en un mundo donde hay una multitud de fármacos diferentes”, asegura.
Programas de cribado de cáncer de piel
La incidencia del melanoma (el cáncer de piel con peor pronóstico) ha aumentado un 50% en la última década, según la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV)2, con casi 7.500 nuevos diagnósticos estimados para este año. Las causas están, entre otros factores, en el envejecimiento de la población, las actividades al aire libre o incluso el uso de cabinas bronceadoras. A pesar de estos datos, España no cuenta con programas establecidos de cribado de cáncer de piel.
“Si se pusieran en práctica campañas de screening, al igual que sucede en otros tumores como la mama o el colon, que podrían disminuir ese aumento en la incidencia y quitar las lesiones malignas antes de que se produjeran. Es hora de desarrollar programas específicos y establecer pruebas claras que se puedan hacer de forma ordenada,” afirma la Dra. López Criado.
La oncóloga se refiere a las consecuencias del aumento de la incidencia de los distintos cánceres de piel, como el melanoma, pero también los carcinomas basocelulares y escamosos. “Son tumores que habitualmente tienen buen pronóstico, pero cada vez vemos más tumores que no conseguimos curar”, asegura. Y finaliza con una recomendación para prevenir este tipo de tumores: “De cara al verano, es conveniente evitar las exposiciones solares directas, con o sin protección, de 12 a 5 de la tarde en playa y montaña. Hay que recordar que el agua rebota los rayos ultravioletas, así como los cristales de la arena de la playa”.