El sistema sanitario público se puede enfrentar a una grave crisis de sostenibilidad. La cronificación de las enfermedades, la polipatología, la complejidad de los tratamientos y de los medios de diagnóstico y asistenciales, plantean una serie de problemas y dificultades a la hora de garantizar una cobertura universal prestada en condiciones óptimas de acceso, eficiencia y satisfacción con el servicio si no se cuenta con "el apoyo de la sanidad privada".
“El sector sanitario público está viviendo una crisis de sostenibilidad y solvencia sin precedentes que, si se mantiene y no se utilizan todos los recursos disponibles independientemente de su titularidad, supondrá una merma de la calidad asistencial, la seguridad y los propios resultados en salud", ha señalado Manuel Vilches, director general del Instituto para el Desarrollo e Integración (Fundación IDIS), durante su intervención en el taller “Empowering knowledge at the point of care: Unidos por la calidad y seguridad en la práctica clínica” patrocinado por Elsevier y celebrado en el marco del 21 Congreso Nacional de Hospitales y Gestión Sanitaria organizado por la Sociedad Española de Directivos de la Salud (SEDISA).
Así, Vilches ha sostenido que desde la sanidad privada consideran necesario "apostar por la búsqueda de sinergias y complementariedades y para ello es fundamental la transparencia en la comunicación de resultados de salud, de la calidad percibida y la experiencia del paciente como ejemplo de responsabilidad ante los profesionales y la sociedad".
Listas de espera
Tal como ha publicado la revista The Lancet el sistema sanitario español ha pasado en un año de ocupar la octava posición dentro de los 20 sistemas sanitarios más relevantes del mundo a la décimo novena. Esto se debe fundamentalmente a indicadores de acceso (listas de espera en la sanidad pública) y de eficiencia en términos de gestión del sistema público de salud.
La solución, según la sanidad privada, pasa por medir la caludad y los resultados del sistema de salud, tanto público como privado. “Solo midiendo la calidad y ejerciendo el derecho a la libre elección es como podemos procurar una mejora continua que tenga como objetivo y referente al paciente. La transparencia y la proactividad informativa han de ser el motor esencial que motive al ciudadano a ejercer su derecho de elección (patient empowerment). En la sanidad privada este aspecto es clave una vez que el paciente elige libremente el lugar y el profesional que quiere que le atienda en base a indicadores y resultados obtenidos”, ha puntualizado Vilches.
Calidad y resultados en salud
El Barómetro de la Sanidad Privada, junto al estudio RESA (de resultados de salud) y el Estudio de Experiencia de Paciente han dado visibilidad a la apuesta de la Fundación IDIS por la mejora de la calidad asistencial, el empoderamiento y el conocimiento exhaustivo del sistema por parte del paciente, con el fin de que los servicios que se le ofrezcan sean del más alto nivel, altamente competitivos y puedan adaptarse a las expectativas.
La creación de la Acreditación QH por parte de la Fundación, para valorar el esfuerzo de las entidades asistenciales en el ámbito de la calidad, ha supuesto también un acicate muy importante para centros públicos y privados en nuestro país, hasta el punto de que hoy son ya 126 las organizaciones que han recibido el sello en alguna de sus categorías en las cinco convocatorias realizadas hasta el momento.