El cáncer de próstata es la forma más común de cáncer masculino, con más de 35.000 casos nuevos al año en España y una prevalencia del 26%1. Sin embargo, cuando se detecta precozmente, hay casi un 100% de posibilidades de curación. En este sentido, el Servicio de Oncología Radioterápica de MD Anderson Cancer Center Madrid ofrece como alternativa terapéutica para los pacientes recién diagnosticados de una neoplasia de próstata un tratamiento no quirúrgico llamado Radiocirugía Prostática (SBRT), que erradica la enfermedad de forma definitiva y tiene como principal ventaja la reducción de la duración del tratamiento más convencional de 4-7 semanas a 5 días, lo que repercute de una forma muy positiva en el paciente.
La radiocirugía prostática es idónea para pacientes con enfermedad confinada a la próstata o cáncer de próstata localizado, el más habitual (85%) de los casos de este tipo de tumor. “Es una técnica de alta precisión, curativa y sin apenas efectos secundarios”, afirma el doctor Juan Carlos Viera, especialista en Oncología Radioterápica de MD Anderson Madrid. La diferencia fundamental con los tratamientos convencionales está en la reducción del tiempo que se consigue con esta novedosa técnica. “Con un tratamiento convencional se necesita administrar unas 38-42 sesiones ó 20-30 (según el fraccionamiento elegido) mientras con la radiocirugía prostática solo se precisan 5 sesiones”, confirma el doctor Viera.
Ciertamente la radiocirugía lleva asociada una mayor complejidad técnica frente a las otras 2 terapias radiantes más habituales (radiación con fraccionamiento convencional o con hipofraccionamiento moderado), precisando de sistemas para la localización prostática en cada sesión de tratamiento más exhaustivos (semillas fiduciarias intraprostáticas) así como, frecuentemente, de sistemas de protección rectal (geles espaciadores recto-prostáticos autoabsorbibles, por ejemplo).
“El cáncer de próstata, por tener un crecimiento globalmente más lento -a diferencia de la mayoría del resto de los tumores-, el hipofraccionamiento resulta especialmente eficiente. Por ello, esta técnica de radiocirugía (o ultra-hipofraccionamiento) podría considerarse como de primera elección (gold standard) para la mayoría de los casos de cáncer de próstata localizados”, comenta Viera.
Procedimiento de la técnica
Para realizar un tratamiento de Radiocirugía/SBRT se utiliza un espaciador rectal con hidrogel. El procedimiento consiste en introducir entre la parte anterior del recto y posterior de la próstata una sustancia hidrosoluble (que se absorberá en 3 meses) para separar el recto de la próstata y reducir al mínimo la toxicidad sobre este, tanto a corto como a largo plazo. Asimismo, y en el mismo procedimiento, se colocan 3 semillas fiduciarias que nos servirán para monitorizar la próstata en cada sesión radioquirúrgica y obtener la precisión que la técnica requiere.
La proctopatía actínica (o secundaria producida por la radiación) tiene 2 fases: la aguda o apreciada durante o a los pocos días de finalizada la radioterapia y que suele ser leve y autolimitada (desaparece en unas semanas tras el tratamiento), y la crónica o apreciada a partir de un año de la radiación y que suele mostrarse con posibles sangrados de escasa cuantía e indoloros, pero que pueden llevar al paciente a presentar una anemia ferropénica a largo plazo, haciendo precisos tratamientos endoscópicos locales coagulativos.
Esta técnica de separación del recto de la próstata permite que la radiación de máxima precisión (Radiocirugía o SBRT) pueda administrarse con una mínima dosis sobre el recto y, con ello, consiga que ambas posibles toxicidades (a corto y largo plazo) se reduzcan a lo mínimo, llegando a ser casi inapreciables para los pacientes sometidos a dicho tratamiento. Para ello, y unos días antes de la planificación del tratamiento radiante, mediante sedación en el quirófano y vía transperineal con control ecográfico desde el recto, se realiza el procedimiento de aplicación del gel por el equipo de Radioterapia y Urología del centro. Durante el mismo, también se introducirán en la próstata 3 semillas fiduciarias que servirán posteriormente para colocar al paciente en el acelerador que administrará la radiación, en cada una de las 5 sesiones que dura el tratamiento de la SBRT, en la posición exacta prevista en la planificación.
Así, se conseguirá que la distribución de dosis de dicha planificación, en la que se trata la próstata y se excluyen los órganos sanos de alrededor de la misma, pueda reproducirse con la máxima precisión posible en cada una de dichas sesiones.