Miércoles, 16 de julio de 2025   |  Número 182
La salud bucodental, la gran olvidada
Tribuna de Mercedes Arnás, tesorera de la AEDS.
Mercedes Arnás.

EL mantenimiento de la salud bucodental es más que el mantenimiento de la salud en una cultura como la nuestra.
Una adecuada salud bucodental es imagen, es relación, es función, es disfrute, porque una salud bucodental deteriorada nos genera inseguridad a lo que se añade una incorrecta masticación que impide el  deleite de los productos que nos llevamos  a la boca, todas estas razones deberían ser suficientes para no ser la olvidada del sistema nacional de salud.

Cierto es que en los últimos años existen diversos programas autonómicos que ponen en valor la importancia del cuidado oral y dan acceso a distintos grupos poblacionales a tratamientos concretos, pero todavía es insuficiente.
La razón no es exclusivamente que los tratamientos bucodentales siguen siendo costosos afirmación, muy manida, que a veces esconde un argumento suficiente para abandonar el cuidado de la cavidad oral que en muchos pacientes es consecuencia del desconocimiento de lo que implica dicho abandono y sus consecuencias.

Desde mi humilde punto de vista el hecho de que la salud bucodental no haya estado incluida en el sistema nacional de salud ha provocado que no se le de la importancia que realmente tiene, pasando a un segundo plano e incluso considerarlo dentro de los tratamientos cosméticos, lo que claramente no es cierto.

Cuando hablamos de salud bucodental es importante destacar que no nos referimos solamente a los dientes. Dentro de la cavidad oral existen otras estructuras a las que hay que prestar atención, porque en muchos casos nos van a proporcionar una información muy importante en relación con otras enfermedades que no circunscriben a la zona oral.
El estado patológico de las encías nos permite detectar una enfermedad silenciosa que en muchos casos pasa desapercibida y que compromete la salud en general como es la enfermedad periodontal.

La enfermedad periodontal es una patología que afecta no sólo a la encía sino al hueso y que si no se trata lleva de manera indefectible a la pérdida dental.

Existe suficiente evidencia científica que muestra como la enfermedad tiene repercusión en patologías sistémicas como las enfermedades cardiovasculares, las enfermedades respiratorias, la diabetes mellitus, e incluso se estudia su relación con patologías tumorales.

Las bacterias que se encuentran en el surco gingival, así como en la cavidad oral aumentan el riesgo, el pronóstico y en algunas ocasiones la evolución de dichas enfermedades.

Las infecciones periodontales sin control obligan a la toma de antibióticos de manera habitual contribuyendo, esto también, a un perjuicio para el individuo y para la población general.

Las lesiones en la lengua, así como la mucosa yugal deben ser analizadas detenidamente ya que nos permiten la detección precoz de distintos tipos de tumores que se asientan en la cavidad oral, en el que las cirugías y los tratamientos antineoplásicos, generan en los pacientes una situación traumática puesto que supone una merma importante en muchas de sus funciones, no solo vitales, sino también de relación y autoestima, por lo que una concienciación en la prevención es imprescindible.

En definitiva, el cuidado y tratamiento de la salud bucodental es mucho más que una sonrisa radiante, es un aliado en el mantenimiento de la salud de nuestro organismo por lo que no podemos olvidarla y los profesionales tenemos el deber de recordar que existe.

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