La disminución de la presión asistencial hace oportuno el desarrollo de estrategias para la recuperación de la actividad en general, y por lo tanto también en el sector sanitario; se trata de un aspecto en el que el sector privado puede tener una aportación fundamental, como viene siendo desde el inicio de la crisis, gracias a su fortaleza, de la que hablan los 460 hospitales (58% del total), las 51.373 camas (32% del total de nuestro país) y los 266.728 profesionales en nuestro país (se estima que el 65% trabaja en el ámbito extrahospitalario y que el 35% lo hace en el ámbito hospitalario), con Madrid, Cataluña y Andalucía a la cabeza. Se calcula que más de 100.000 profesionales de la sanidad de titularidad privada están prestando sus servicios en la atención directa y control de la pandemia atendiendo a pacientes y familiares afectados por la COVID-19.
La integración de la sanidad privada para dar servicio a las necesidades de la pandemia durante la crisis ha permitido amplificar muy considerablemente la atención a los pacientes. De hecho, los centros hospitalarios privados han asumido el 19% de los pacientes del SARS-CoV-2 (COVID-19) (más de 22.000 pacientes) y el 10% de los ingresos en UCI (cerca de 1.100 pacientes) gracias a las 900 camas en UCI iniciales y a la ampliación que se ha llevado a cabo por parte de los diferentes grupos. El esfuerzo y compromiso de las aseguradoras ha sido también notable y la última iniciativa al respecto es la dotación de un fondo de 37 millones de euros dotado por parte de las principales compañías aseguradoras para la protección de médicos, enfermeros, auxiliares de enfermería, celadores y personal de ambulancias que forman parte del Sistema Sanitario en su vertiente pública y privada.
“Esta crisis ha puesto de manifiesto de forma fehaciente cómo el sistema sanitario es único, con provisión pública y privada, y que unir fuerzas y recursos suma y mejora la calidad de la asistencia, asegura Marta Villanueva, directora general del Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (Fundación IDIS). “Ha mostrado cómo la utilización de todos los recursos disponibles del sistema independientemente de su titularidad es indispensable siempre, pero especialmente en épocas de crisis sanitaria como la que estamos viviendo donde la población y los profesionales sanitarios viven con especial crudeza sus efectos. Salvar vidas, dar soporte a las familias y contribuir al control de la pandemia es nuestro objetivo fundamental”.
Además del aumento de la dotación de los centros hospitalarios con recursos materiales, desde el sector se han puesto en marcha estrategias como la ampliación de plantillas, la reprogramación de la actividad programada para consultas o intervenciones no urgentes o la clausura de algunos servicios no vinculados a la situación epidemiológica; “A partir del momento en el que se vaya regresando a la normalidad -añade Marta Villanueva- se pondrán en marcha estrategias que den respuesta específica y concreta a las nuevas necesidades y que tengan en cuenta todos los recursos disponibles, públicos y privados, puesto que se prevé un incremento importante de la actividad por las consultas e intervenciones programadas pospuestas y por tanto, una mayor demanda asistencial en su conjunto. Supondrá un importante esfuerzo y el sector sanitario de titularidad privada estará también en el lugar que le corresponde con la mano tendida a las Administraciones para solventar los nuevos problemas sanitarios y sociosanitarios que surjan y dar la mejor cobertura posible a toda la población. Establecer sinergias y estrategias conjuntas será imprescindible ante el nuevo reto al que tendremos que hacer frente”.
Cerca de 100 Iniciativas del sector sanitario privado que aportan valor a la solución de esta crisis sanitaria
Es importante destacar que la ingente actividad asistencial del sector sanitario privado se ha visto complementada con cerca de 100 iniciativas de un alto valor social, sociosanitario y de apoyo a esa actividad, que las organizaciones que son miembros de la Fundación IDIS (empresas aseguradoras y prestadoras de servicios asistenciales, industria farmacéutica, de tecnología sanitaria, instituciones profesionales, sociedades científicas, patronales, organizaciones de pacientes y otras entidades de servicios que desarrollan su actividad en el sector) han puesto en marcha durante las últimas semanas, con el objetivo de reducir el impacto de esta pandemia provocada por el SARS-CoV-2 (COVID-19).
El sector de la industria farmacéutica y biofarmacéutica, muchas de cuyas grandes empresas se encuentran integradas en la Fundación IDIS, están realizando un esfuerzo ímprobo en la investigación y en la búsqueda de alternativas para el control del virus (protocolización de medicamentos ya existentes, desarrollo de fármacos diseñados específicamente para este nuevo coronavirus o investigación de vacunas). Por su parte, la industria de tecnología sanitaria, que igualmente cuenta con una amplia representación en la Fundación IDIS, ha desarrollado en las últimas semanas estrategias de producción masiva que están permitiendo dotar al sistema de dispositivos y productos sanitarios imprescindibles para dar cobertura a las necesidades generadas por la pandemia así como en el caso de FENIN junto a otras entidades y empresas establecer un corredor aéreo entre China y España para establecer un flujo de grandes volúmenes de material sanitario de todo tipo imprescindible.
Son destacables muchas iniciativas de mejora de la calidad de vida para pacientes, familiares y para los propios profesionales (como la aportación de bases de datos anonimizadas para la investigación de esta patología, la facilitación de la comunicación entre pacientes y familiares mediante dispositivos electrónicos, los servicios de acompañamiento a mayores, la habilitación de líneas telefónicas directas y de videoconsultas, el apoyo psicológico para personas en situación vulnerable etc.) y otras en las que los beneficiarios son los profesionales afectados por la enfermedad; en concreto, el ya comentado fondo de 37 millones de euros por parte de las principales compañías aseguradoras para la protección de médicos, enfermeros, auxiliares de enfermería, celadores y personal de ambulancias que forman parte del Sistema Nacional de Salud.