La Fundación IDIS (Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad) presenta el Estudio RESA 2023. Indicadores de resultados sanitarios en la sanidad privada, cuatro años después de su última edición, con resultados que muestran que el sector ha dado respuesta al reto de pandemia en beneficio del paciente y que sus estándares mejoran o se mantienen gracias al esfuerzo de los profesionales y a la permanente inversión en tecnología e innovación. El análisis de los datos de más de 500 centros sobre más de un centenar de indicadores -30 de ellos, nuevos- arroja datos que evidencian la evolución de los resultados sanitarios en el sector, ofreciendo una asistencia de calidad, accesibilidad, seguridad, resolución asistencial y eficiencia. “El Estudio RESA es un ejercicio de responsabilidad por parte del sector, de búsqueda de la mejora continua, y constituye un impulso para fomentar la publicación de resultados en salud, lo cual es esencial para avanzar en la calidad de la asistencia, el aspecto que precisamente hoy se valora aquí con la entrega de los Reconocimientos QH”, ha señalado Juan Abarca, presidente de la Fundación IDIS, durante el acto de presentación, que ha contado con la participación de Pilar Aparicio, directora general de Salud Pública, Calidad e Innovación del Ministerio de Sanidad.
Con periodicidad anual entre 2012 y 2019, la Fundación IDIS retoma la publicación de este análisis que recoge información de más de 5 millones de urgencias, más de 4,5 millones de consultas de especialista, más de 700.000 altas o cerca de 2 millones de pruebas de diagnóstico por imagen, y que muestra una amplia mejora en la accesibilidad, con los datos que fue desgranando la directora general de la Fundación IDIS, Marta Villanueva, como los 27,3 días de espera para intervenciones quirúrgicas (30,5 en 2019) o 27 minutos de espera -7,7 en el triaje (9,3 en 2019) y 19,4 (19,5 en 2019) para asistencia en urgencias-. En el caso de las citas con el especialista, los tiempos de espera rondan los 15 días y los tiempos para la citación en radiodiagnóstico, con 9,8 días para mamografía, 7,7 días para resonancia magnética o 4 días para TAC, mejoran con respecto a 2019, al igual que ocurre con la entrega de resultados, que se sitúan en 0,2 días, 3,1 y 1,9 días respectivamente. Asimismo, el informe muestra los tiempos inferiores a 24 horas para citación para pruebas de laboratorio y la entrega de resultados en máximo 0,8 días. “Presentar hoy datos como estos nos permite observar cómo el sector privado ha dado respuesta al reto de la pandemia en beneficio del paciente y cómo gracias a sus acertadas estrategias, la sanidad es hoy mejor”, expuso Marta Villanueva.
Más allá de la accesibilidad, el estudio RESA 2023 vuelve a demostrar que la sanidad privada se caracteriza por su eficiencia asistencial, demostrando una estancia media hospitalaria de 2,9 días en promedio (3,57 en 2019), una estancia media preoperatoria de 0,34 días o tasas de cirugía sin ingreso en torno al 45%. “Otra conclusión a la que llega el estudio es que la sanidad privada es resolutiva, la cual se ampara, en datos como la tasa de retorno al hospital después del alta, que es del de 3,1% en retorno a urgencias a las 72 horas por el mismo diagnóstico; 4,5% de reingreso en hospitalización a 30 días del alta, 1,2% de reingreso por causas quirúrgicas a los 7 días y 0,5% de ingreso post-cirugía ambulatoria (a los 30 días del alta); cifras que mantienen o mejoran están en línea e incluso por debajo de las publicadas en otros sistemas públicos o privados. “La apuesta que el sector hace porque la asistencia sea de calidad, es patente en esta edición del informe, con más de un 80% de unidades y servicios con reconocimientos de calidad, algunos de los cuales han experimentado un crecimiento importante como bloque quirúrgico o consultas externas”, como explicó Nicolás Guerra, director general de las clínicas IMQ. Como elemento clave a tener en cuenta, alineado con las estrategias de calidad, figura la seguridad del paciente, motivo por el que este año se han incorporado indicadores que velan precisamente por esa seguridad, avalados por al AHRQ (Agency for Healthcare Research and Quality), como es el caso de la mortalidad en GRD de baja mortalidad, que se sitúa en un 0,13% o la muy baja incidencia de otras complicaciones, por debajo del 1%. Es destacable, como ejemplo de la mejora continua, el 91,9% de intervenciones de cirugía segura (checklist) que recoge el informe.
Indicadores específicos en procesos clínicos
El informe incorpora múltiples indicadores, además, en distintos procesos clínicos, como la fractura de cadera, el infarto de miocardio o el cáncer, entre otros. En el proceso de la fractura de cadera, cabe destacar que los pacientes permanecen ingresados un promedio de 7,9 días, y que tan solo un 5,2% de los pacientes tienen una estancia superior a los 20 días. Además, el 66,4% de los pacientes son intervenidos en menos de 48 horas desde el ingreso, lo cual muestra la agilidad de la sanidad privada en la atención de este tipo de procesos clínicos de urgencia. Es relevante también el abordaje del infarto de miocardio, donde los resultados evidencia la buena gestión en la sanidad privada de episodios complejos, y además muy urgentes, como pueden ser los infartos, con una estancia media de 5,2 días y una mortalidad intrahospitalaria de 5,2%; o el tratamiento de los trastornos de la vía biliar con cirugía, con 1,4 días de promedio de ingreso y una tasa de ambulatorización del 5,9%, muestra de un alto nivel de eficiencia y resolución asistencial.
Los procesos clínicos oncológicos (mama, pulmón y próstata) son analizados basándose en su gestión de estancias, tasa de mortalidad o reingresos. Así, los días de estancia media se sitúan en 1,6 (mama), 6,4 (pulmón) y 3,1 (próstata), con una tasa de reingreso del 2,2% (mama), 17,6% (pulmón) y 4,9% (próstata). “Estos datos ponen de manifiesto la capacidad del sistema privado para gestionar de forma eficiente y resolutiva patologías de alta complejidad. Y, el hecho de hacerlos visibles con transparencia y rigor es un elemento clave en pro de la calidad y la seguridad en la atención médica”, explicó Marta Villanueva, antes de dar paso al acto de entrega de los Reconocimientos QH en su décima convocatoria.
170 entidades, reconocidas por su apuesta por la calidad
170 organizaciones asistenciales públicas y privadas cuentan ya con el Reconocimiento QH de la Fundación IDIS en alguna de sus categorías, que se distribuyen entre centros de especialidades y policlínicos privados (39,4%), hospitales privados (34,1%), hospitales públicos (17,6%), otros centros públicos (2,3%) y mutuas (6,4%).
Entre ellas se encuentran las entidades a las que hoy se ha hecho entrega de 13 sellos nuevos, 71 de renovación y 11 mejoras de categoría, en la décima convocatoria. En esta edición se ha evaluado un total de 127 solicitudes (37 para conseguir el reconocimiento por primera vez, 17 para mejorar de categoría y 73 para renovar el sello que lograron en la IX Convocatoria). El Comité Auditor, formado por Avelino Brito, director general de la Asociación Española para la Calidad (AEC); Carina Escobar, presidenta de la Plataforma de Organizaciones de Pacientes; José Soto, presidente de la Sociedad Española de Directivos de la Salud (SEDISA) y Ángel de Benito, secretario general de la Fundación IDIS, ha sido el encargado de entregar los reconocimientos a las 13 nuevas entidades que optan por primera vez a este sello y a las organizaciones que han mejorado de categoría -un total de 16- (tanto de las organizaciones que renuevan con mejor puntuación la QH obtenida en ediciones pasadas como de las que han solicitado mejora de categoría en esta décima edición).
Como explica Ángel de Benito, secretario general de la Fundación IDIS, “este reconocimiento busca incentivar que los centros asistenciales (públicos y privados) procuren los mejores resultados sanitarios y de salud posibles en términos de acceso, eficiencia, calidad y seguridad, resolución asistencial, experiencia de paciente y, en definitiva, en proveer la satisfacción plena a sus necesidades y carencias. No obstante, hay que tener en cuenta que el destino final son los pacientes y, por supuesto, los profesionales sanitarios que sienten la motivación de trabajar en entornos donde aspectos como la calidad adquieren todo su sentido y se encuentran implantados con absoluta rotundidad”.