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Viernes, 20 de julio de 2018   |  Número 105
Su manipulación exige medidas especiales
La seguridad como pilar básico en la gestión de Gases Medicinales de los centros sanitarios
Los gases medicinales son medicamentos especiales ya que tienen su propio proceso de suministro

Los pacientes son la razón de ser de cualquier centro sanitario y entorno a él deben girar cuantas medidas sean necesarias para garantizar su seguridad y calidad asistencial.

Manuel Pacheco, director Comercial Air Liquide Healthcare.

Manuel Pacheco, director Comercial Air Liquide Healthcare.

En materia de medicamentos, es la Ley 29/2006 de 26 de julio de garantías y uso racional de los medicamentos y productos sanitarios quien debe regular que el medicamento cumple con los estándares de calidad garantizando la seguridad de los pacientes que hacen uso del mismo.

Los gases medicinales, moléculas esenciales para la vida, suelen usarse para prevenir, diagnosticar, tratar, aliviar o curar una enfermedad. Podemos encontrar gases medicinales medicamentos y gases medicinales productos sanitarios, pero solo los gases medicinales considerados medicamentos ejercen su acción por medios farmacológicos, inmunológicos o metabólicos.
Estos últimos son considerados como medicamentos a tenor de la Ley 29/2006 de 26 de julio de garantías y uso racional de los medicamentos y productos sanitarios.

No obstante, los gases medicinales son medicamentos especiales ya que tienen su propio proceso de suministro: El gas es fabricado y transportado hasta el hospital y una vez en el hospital, el gas medicinal circula por redes de distribución las cuales constituyen el verdadero envase del medicamento. Por lo tanto, es conveniente tener un control de la idoneidad de los diferentes puntos por los cuales circula el gas para asegurar la calidad del mismo.

Esta característica especial, requiere de medidas especiales a tener en cuenta y es de empresa responsable poner en marcha cuantas medidas sean necesarias para garantizar la idoneidad de los gases ya que su no cumplimento supone un riesgo real para los pacientes y los profesionales.

Conscientes de esta necesidad, empresas líderes como Air Liquide Healthcare que gracias a su experiencia en el sector local y a nivel mundial, ofrece varios servicios de auditorías para poder identificar y resolver las anomalías además de proponer alternativas eficientes y de menor consumo.

Concretamente, esta compañía ofrece tres tipos de auditorías:

• Auditoría del Sistema de Distribución de Gases Medicinales (SDGM): ofrece la oportunidad de comprobar el estado general del SDGM y verificar si cumple con las normas y requisitos reglamentarios. Se realizan revisiones de todos y cada uno de los componentes y equipos. Por tanto, se reducen los riesgos asociados a los SDGM, entre los que se encuentran el fallo de suministro de gas a los pacientes, la contaminación por bacterias, y el riesgo de bajo rendimiento del sistema.

• Auditoría del equipamiento de dispensación de gases: garantiza que los equipos operen según las instrucciones de funcionamiento del fabricante y suministren el flujo correcto al paciente garantizando así que el paciente no es expuesto a una posología diferente a la pautada pudiendo poner en riesgo su seguridad. Esta auditoría permite controlar el estado en el inventario de materiales, así como el control y la reducción del consumo de gases medicinales.

• Auditoría de calidad de gas en punto de consumo: no basta con comprobar que las instalaciones y el equipamiento están en óptimas condiciones. No hay que perder de vista que el paciente es el eslabón final y quien inhala el fármaco que debe cumplir requisitos definidos en Farmacopea. En esta línea, es necesario realizar controles farmacéuticos del gas en las tomas para asegurar la calidad del gas en su punto de consumo. Estos controles se hacen in situ con analizadores portátiles y son los Directores Técnicos Farmacéuticos quienes deben verificar la idoneidad del gas en la toma. Se aconseja hacer una revisión anual de las tomas y es aconsejable realizar un mínimo de dos análisis por cada gas en cada servicio hospitalario, uno en el punto más alejado a la fuente de suministro y otro análisis en el punto más cercano a la fuente de suministro de dicha zona.

En definitiva, en un sector tan sensible como es el sanitario, la seguridad debe ser una prioridad para todos los centros. Y si hablamos de gases medicinales que son medicamentos con características especiales, contar con la ayuda de auténticos profesionales que cuentan con recursos para poner en marcha acciones que garanticen la seguridad de todos, es una responsabilidad que todos los centros deberían asumir.
 

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