La pandemia de la COVID-19 ha puesto a prueba la capacidad de nuestro Sistema Nacional de Salud para dar respuesta a un aumento de la demanda sanitaria sin precedentes. Si algo ha quedado claro con esta experiencia es que únicamente con la suma de los esfuerzos de todos los agentes es posible luchar contra esta y cualquier otra crisis sanitaria. Profesionales, centros sanitarios públicos o privados, aseguradoras, industria, Administración y la propia población tienen su parte de responsabilidad en la superación de esta situación, y la aportación de cada uno de ellos ha quedado reflejada en los últimos meses.

En estos momentos se ha puesto de relieve más que nunca que el ámbito público y el privado desempeñan una función complementaria de la que pueden obtenerse excelentes resultados. Las sinergias que se producen entre ambos y la suma de sus conocimientos y capacidades hacen imprescindible que trabajen conjuntamente en la misma dirección, lo que contribuirá a ofrecer una solución global en la salida de la pandemia.

El sector privado ha demostrado con la COVID-19 su voluntad de aunar esfuerzos por encima de cualquier interés que no sea el sanitario, lo que ha permitido reforzar la confianza en la relación con el ámbito público. Además, tanto los agentes del sector sanitario como la sociedad en general han percibido su compromiso con la mejora de la Sanidad. La potenciación de la colaboración público-privada, basada en la transparencia, no solo fortalece el sistema sanitario y le otorga de mayor eficiencia, sino que además favorece un acceso equitativo a los servicios sanitarios por parte de la población.

El sector privado, por tanto, ha sabido asumir su corresponsabilidad en la superación de esta crisis. De igual manera, el de la Tecnología Sanitaria ha sabido responder a este importante reto. A nadie se le escapa que juega y ha jugado un papel esencial a la hora de combatir el SARS-CoV-2. La importancia de las soluciones tecnológicas para la detección precoz, diagnóstico, tratamiento y seguimiento de la COVID-19 ha dado visibilidad y ha puesto en valor a un sector que, a pesar de su imprescindible aportación en el cuidado de la salud, no siempre ha sido apreciado en su justa medida. Su papel esencial se ha puesto de manifiesto especialmente entre la sociedad, que ha sido ahora más consciente que nunca de la importancia de las soluciones tecnológicas como recursos necesarios para salvaguardar su salud.

Que se trata de un sector caracterizado por su elevado nivel de innovación ha quedado patente en estos últimos meses con la investigación y desarrollo de nuevos tests diagnósticos cada vez más fiables y precisos que suponen una herramienta imprescindible para combatir la pandemia. Este campo va a seguir marcando el futuro de la medicina y la asistencia sanitaria, pero, para ofrecer todo su potencial y dar lo mejor de sí mismo, se deben dar diversas circunstancias.

Una de ellas es disponer de un entorno que favorezca que las innovaciones tecnológicas lleguen a los pacientes y a los profesionales, lo que se traducirá en una mejora de la asistencia sanitaria y en mayor eficiencia para el sistema. De hecho, esta crisis ha puesto en evidencia la importancia de que nuestro sistema sanitario disponga de los recursos humanos y materiales necesarios, y esto pasa por contar con equipamientos tecnológicos actualizados que faciliten la labor de los profesionales sanitarios, garantizando diagnósticos más precisos, tratamientos más adecuados y una mayor seguridad tanto para pacientes como para profesionales. Desde Fenin, seguimos insistiendo en la necesidad de que tanto centros públicos como privados cuenten con un parque tecnológico renovado y, aunque queda mucho por avanzar, celebramos los pasos dados por el Gobierno en este sentido, con la asignación de 400 millones de euros en los Presupuestos Generales del Estado para 2021.

La COVID-19 nos ha revelado también que es necesaria una acción conjunta para garantizar la disponibilidad de recursos sanitarios suficientes para combatir esta o cualquier posible pandemia futura. Esta estrategia debe permitir disponer de capacidades estratégicas de productos sanitarios críticos para hacer frente a posibles crisis sanitarias. En este sentido, las compañías de Tecnología Sanitaria con presencia en España han estado trabajando a pleno rendimiento, sobre todo en los momentos más duros de la crisis, para poner a disposición de los servicios de salud y hospitales productos de diagnóstico, protección y soporte vital. Para seguir reforzando la producción y poder abastecer a nuestro país de los recursos necesarios, desde la Federación defendemos el desarrollo de un plan de reindustrialización que aporte solidez al sector.

Un sistema sociosanitario robusto y flexible, bien coordinado y digitalizado que pueda responder a los retos actuales y futuros y a emergencias sanitarias deberá contar también con un aumento de la financiación, y herramientas que favorezcan e impulsen la Investigación y la innovación. Además de la mejora de la integración entre los ámbitos social y sanitario y de la coordinación entre la sanidad pública y privada, hay que poner el foco en las políticas de prevención, en el abordaje de la cronicidad y en el acceso de pacientes y profesionales a las tecnologías innovadoras que permiten una atención y seguimiento continuo de los pacientes, independientemente de donde se encuentren.
La gestión de la pandemia de la COVID-19 nos ha dado la oportunidad de demostrar que el sector de la Tecnología Sanitaria es un aliado decisivo y estratégico para las instituciones sanitarias y para los profesionales de la salud, y un socio imprescindible para el funcionamiento eficiente y racional del sistema.

Por nuestra parte, desde Fenin continuaremos aportando nuestro conocimiento y experiencia y nuestra capacidad de coordinación para aportar soluciones efectivas, en cooperación con las distintas instituciones del sistema sanitario.