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Viernes, 18 de mayo de 2018   |  Número 103
SEGURIDAD DEL PACIENTE
Las clínicas IMQ revisan de manera continua más de 400 protocolos y procedimientos clínicos
IMQ Zorrotzaurre e IMQ Virgen Blanca están también certificadas en gestión, seguridad clínica, gestión medioambiental y eficiencia energética

Uno de los factores que más determinan la protección de los derechos de los pacientes en el uso de los servicios de salud es la política de calidad y seguridad que mantengan los centros sanitarios.

Nicolás Guerra, director general de las Clínicas IMQ.

La mejora de la seguridad del paciente requiere por parte de todo el sistema un esfuerzo complejo que abarca una amplia gama de acciones dirigidas hacia la mejora del desempeño; la gestión de la seguridad y los riesgos ambientales, incluido el control de las infecciones; el uso seguro de los medicamentos y la seguridad de los equipos, así como de la práctica clínica y del entorno en el que se presta la atención sanitaria, entre otros muchos elementos.

Una de las herramientas más eficaces para aumentar la seguridad del paciente y minimizar el riesgo de eventos adversos son las certificaciones de calidad. El deseo de aportar al paciente las máximas garantías de calidad y seguridad clínica es, precisamente, lo que ha llevado a las clínicas IMQ a adquirir un compromiso tan importante en este ámbito como el que viene demostrando habiendo trabajado por la consecución, entre otras, de las más prestigiosas acreditaciones que existen a nivel mundial como la Joint Commission International (JCI) o la DIAS. IMQ Zorrotzaurre es la única clínica privada vasca que dispone de la JCI y la Clínica IMQ Virgen Blanca fue la primera de España en contar con la europea DIAS.

Según explica el doctor Nicolás Guerra, director general de las Clínicas IMQ, “Los severos controles, exigencias e inversiones que ello requiere se traducen, sobre todo, en ventajas tangibles y garantía para el paciente. Para conseguirlo es necesario pasar severas auditorías en las que se revisa absolutamente todo, con entrevistas a todo el personal, a los propios pacientes y a sus familiares; participando por nuestra parte más de 150 personas”.

Hospital altamente fiable para el paciente

Como muestra del rigor en la obtención y la renovación de la JCI, Nicolás Guerra señala que “es necesario garantizar al usuario la revisión continua de más de 400 protocolos y procedimientos clínicos y el análisis de más de 1.300 parámetros que nos reconocen como hospital altamente fiable para el paciente”.

Algunos de esos estándares que se revisan de manera continua están vinculados, por ejemplo, “a la correcta identificación del propio paciente, comprobar y asegurar que se encuentra siempre toda la información relevante en su historia clínica, un uso seguro de los medicamentos de alto riesgo, una cirugía segura, la implementación de herramientas y métodos muy exigentes de validación de datos, la reducción del riesgo de infecciones asociadas a la atención sanitaria, así como revisiones sistemáticas de todas las instalaciones para asegurar el mantenimiento preventivo o una exhaustiva limpieza”, destaca el Dr. Guerra.

Medioambiente, gestión, energía, riesgos laborales…

IMQ Zorrotzaurre e IMQ Virgen Blanca están también certificadas en gestión, seguridad clínica, gestión medioambiental, eficiencia energética y, además, Zorrotzaurre cuenta con acreditaciones de I+D+i y prevención de riesgos laborales. Se suman a ello las dos estrellas QH de IDIS para Zorrotzaurre y la estrella QH para Virgen Blanca, y certificaciones en cirugía extracorpórea, servicios de urgencias y radiodiagnóstico, entre otros reconocimientos.
Un personal con cultura de calidad

Según expone el director general de las Clínicas IMQ Zorrotzaurre y Virgen Blanca “el personal de nuestras clínicas tiene muy interiorizado lo que la cultura de la calidad implica y la importancia de ser referentes en ello, comprometiéndose de manera natural con este objetivo”. El hecho de que ambas clínicas compartan unas mismas directrices de funcionamiento también ayuda, “lo mismo que la existencia de un sistema de asignación y evaluación de competencias de los profesionales. Así, las clínicas IMQ ofrecen al paciente especialistas referentes en cada ámbito, lo que supone un extra de calidad y seguridad para nuestros pacientes”.

Apuesta por la humanización

A pesar de la mayor tecnificación y especialización de la asistencia sanitaria, el paciente espera un trato humano y una atención integral en todo el proceso sanitario. “Necesita que le escuchen, que le informen y conocer con quién está tratando en cada momento. En definitiva, que le acompañen con empatía, dedicación y eficacia. La implicación del personal y de los profesionales con este objetivo constituye el mayor de los compromisos. De ahí el esfuerzo por fomentar una formación también en competencias vinculadas a la inteligencia emocional”, concluye el doctor Nicolás Guerra, director general de las Clínicas IMQ Zorrotzaurre e IMQ Virgen Blanca.

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