El sector sanitario privado está respondiendo de manera excepcional a los retos que la pandemia COVID-19 nos ha presentado. Pero los efectos de esta crisis de salud pública no sólo se dejan sentir en el aspecto puramente asistencial de luchar contra la pandemia. Estamos cerca de doblegar al virus y, mientras seguimos poniendo foco e intensidad en el formidable esfuerzo asistencial (¡hemos superado las 1.500 altas!), también debemos empezar a pensar en el New Normal que nos espera.
Nuestros equipos ya están definiendo el modelo asistencial que vamos a necesitar en los próximos meses. La primera necesidad consiste en aprender a convivir con el virus, prepararnos para un posible rebrote o para otra pandemia. Ese es un primer aprendizaje.
Pero además, el COVID-19 y las reglas de confinamiento han generado necesidades inminentes para prestar asistencia sanitaria a distancia a las personas. Esto puede parecer un desafío, que lo es, ya que nos ha empujado a pisar el acelerador para madurar las plataformas y tecnologías que estábamos probando y ajustando. Pero, sobre todo, representa una oportunidad: tenemos clarísimo que la salud del futuro, entre otras cosas, pasará por tener a tu médico en el móvil. El COVID-19 ha puesto esto en evidencia de manera nítida.
Nuestras videoconsultas están demostrando que son un elemento clave ahora mismo, en plena epidemia, para ofrecer esa atención médica en remoto. Su uso se ha multiplicado por 15 hasta llegar a 5.000 al día, frente al ritmo pre-COVID, fundamentalmente porque añaden valor para el paciente y para su médico de siempre, ya que facilita a ambos mantenerse en contacto a pesar de la situación. Y en el futuro van a seguir siendo igualmente importantes ante la inicial retracción de la gente de acudir a los hospitales.
Otros servicios de salud digital, como las analíticas en casa, los planes digitales de prevención o la monitorización continua de enfermos crónicos online, son ejemplos clarísimos también de esta nueva realidad.
Un fenómeno emergente adicional es la hospitalización a domicilio. En Sanitas llevamos dos años trabajando para dar forma a nuestro Hospital Digital. Sólo durante el año pasado, 800 personas disfrutaron de este servicio, mientras adquiríamos un conocimiento profundo sobre cómo gestionar este modelo. Tengo la convicción de que antes de que 2020 termine, nuestro Hospital Digital estará totalmente operativo y a disposición de los pacientes, para que puedan recibir cuidados hospitalarios en su propia casa.
Y estoy seguro también de que este año daremos un nuevo impulso a nuestro servicio Sanitas en casa contigo. Comenzamos hace casi dos años, buscando un modelo que permitiera prestar cuidados a las personas mayores en sus domicilios, añadiendo recursos online y de visita domiciliaria para garantizar un cuidado integral. Ahora tenemos la convicción de que las residencias del mañana tienen que medicalizarse aún más, y que serán el centro de operaciones perfecto para ofrecer cuidados que cubran un amplio espectro de necesidades, en el propio domicilio del mayor que lo necesite.
La provisión sanitaria en remoto y a través del móvil son dos factores que ya están definiendo los servicios que debemos ofrecer a nuestros pacientes. Y lo lideran los profesionales médicos, que se han digitalizado a un ritmo vertiginoso en los últimos años, pero mucho más en el último mes. Los profesionales médicos han comprobado que las herramientas digitales les aportan mayor cercanía y disponibilidad a las ya no van a querer renunciar.