Las complicaciones relacionadas con la práctica del cateterismo intervencionista para patologías congénitas han focalizado el penúltimo de los cinco bloques que conforman el curso Complicat 2022, en el que especialistas de hospitales españoles e internacionales han expuesto las bondades y los riesgos que entrañan algunas de las últimas innovaciones en el campo de la hemodinámica. Para José Luis Zunzunegui, jefe de la Unidad de Hemodinámica Infantil del Hospital Gregorio Marañón de Madrid, el desarrollo de tecnologías punteras como los implantes de válvulas pulmonares autoexpandibles, así como la colaboración con cirujanos en procedimientos “híbridos” marcarán a corto plazo el futuro de este tipo de procedimientos.
Zunzunegui, protagonista de una de las ponencias de este curso impulsado por el grupo de trabajo de hemodinámica de la Sociedad Española de Cardiología, pone como ejemplo algunos instrumentos que se encuentran en desarrollo como la válvula Pulsta, impulsada por Cardiva.
El jefe de la unidad de hemodinámica infantil del Gregorio Marañón indica que tanto este centro como el de La Paz se encuentran implicados en el estudio de esta válvula, que guarda semejanzas con otro instrumento que ya cuenta con la marca CE: la válvula Venus (Venus Medtech). Se trata de válvulas de nitinol, trivalvares y autoexpandbile que se dilata en los extremos en forma de diábolo como marcas radiopacas para facilitar su localización.
Características de las válvulas autoexpandibles
Según Zunzunegui, estas herramientas tienen la ventaja de que, para el recambio valvular percutáneo, no requieren preparar la ‘zona de aterrizaje’, al reemplazar las labores de cirugía. Explica, en este sentido, se puede evitar abrir el pecho del paciente con una válvula que se sube con un catéter al corazón de los pacientes que tengan problemas en el tracto de salida del ventrículo derecho.
“No solo reduce mucho las complicaciones, sino que esta práctica permite que personas que generalmente tienen que someterse recambios valvulares durante tres o cuatro veces en su vida reduzcan esas intervenciones a la mitad”, detalla.
El propio Zunzunegui afirma que el futuro de este campo “depende de la tecnología”, pues “a medida que la industria facilite dispositivos, habrá más posibilidades de tratar estas patologías sin operar”. “De hecho, la mayoría de las salas que se abren en España son híbridas, lo que permite intervenir al paciente en salas de cateterismo”, apunta el facultativo, que incide en que esta evolución “se está llevando a cabo de la mano de los cirujanos”.
Según datos de la Sociedad Española de Cardiología, la prevalencia de las cardiopatías congénitas es de tres por cada 1.000 adultos. Se estima que en España hay aproximadamente 120.000 pacientes con esta enfermedad.
La insuficiencia cardiaca representa la causa más frecuente de mortalidad en los pacientes con cardiopatía congénita, seguida de la muerte súbita y la relacionada con las intervenciones quirúrgicas.
Curso Complicat 2022, pionero en Europa
Respecto al Complicat, Zunzunegui recalca el “éxito” de cada uno de los bloques que se han abordado hasta la fecha. “Ha tenido muy buena aceptación, cuenta con mucho ‘feedback’”, apunta el facultativo del Gregorio Maraón, que recuerda que este es el primer curso centrado en las complicaciones del cateterismo intervencionista de patologías congénitas”, desde malformaciones en las primeras etapas de la vida hasta las intervenciones necesarias en pacientes adultos.
“Cada vez se asienta más la idea de que el Complicat se celebre de forma bianual y que se organice tanto en Europa como con compañeros de Sudamérica”, explica.