Los hospitales de Ribera Salud vuelven a la normalidad tras la crisis sanitaria del COVID19 y ya han retomado su actividad plena en consultas y quirófanos con todas las garantías de seguridad para sus pacientes y profesionales. Una de las medidas más recientes ha sido la ampliación de horarios, tanto por la mañana como por la tarde, para espaciar las agendas y evitar la espera de los pacientes en el centro, pero al mismo tiempo atender lo antes posible a quienes se suspendió la consulta o intervención con la pandemia, por no ser urgente.
El objetivo de los centros de Ribera Salud es “seguir cuidándote como siempre: con los mejores profesionales, con toda la seguridad y sin listas de espera”. “Es nuestra responsabilidad garantizar la tranquilidad y la mejor atención a nuestros pacientes, también en esta vuelta a la normalidad post-COVID”, aseguran.
Por este motivo, se han reforzado las medidas de seguridad que ya se implantaron durante la crisis sanitaria. Además del material de protección para los profesionales, el refuerzo del servicio de lavandería para todos los uniformes, la realización de test rápidos al personal sanitario y también a los trabajadores de los servicios externalizados (mantenimiento, seguridad, limpieza, restauración, etc), se han implantado circuitos seguros y protocolos de protección, vigilancia e identificación rápida de casos sospechosos. Para ello, además de los triajes telefónicos previos a una citación a consulta y los cuestionarios en la admisión en Urgencias, nuestros centros continúan colaborando estrechamente con las residencias de mayores, centros socio-sanitarios e instituciones penitenciarias, así como con los centros de atención primaria y sus profesionales, imprescindibles en la detección de los síntomas de este virus.
Con consultas y quirófanos camino del 100% de actividad, el aumento de pacientes ha llevado a la dirección de los centros de Ribera Salud a intensificar los controles de temperatura en los accesos y es obligatoria tanto la higiene de manos como el uso de la mascarilla antes de entrar a los centros sanitarios. También se ha señalizado la distancia social conveniente en las salas de espera y los mostradores de atención e información al paciente.
En esta misma línea, se ha reforzado la hospitalización domiciliaria, sobre todo para los casos de pacientes crónicos, más vulnerables al virus, y la telemedicina, para todas aquellas consultas, cambios de medicación o controles que se pueden realizar online, con el fin de reducir el número de visitas presenciales en los centros.