En el marco de Movember, el mes del año para cuidar la salud masculina, IMQ Zorrotzaurre, el hospital privado más grande de Euskadi, acogió a finales del mes pasado la celebración de una jornada de puertas abiertas, organizada por Urología Clínica Bilbao, en la que se abordaron los últimos avances tecnológicos disponibles frente a la hiperplasia benigna de próstata (HBP) y el cáncer de próstata.
El encargado de exponer los contenidos fue el Dr. Jorge Mora, especialista de Urología Clínica Bilbao, fundador y responsable de su unidad de urodinamia. También está especializado en la atención integral de los pacientes con diagnóstico de hiperplasia benigna de próstata y disfunciones de la micción en hombres y mujeres, con las últimas tecnologías; cuenta con una dilatada experiencia en cirugía láser de la próstata y técnicas mínimamente invasivas y es pionero de la ablación por agua.
Los contenidos se centraron en el análisis de dos nuevas tecnologías. Por un lado, frente a la hiperplasia benigna de próstata, se presentó sistema robótico AquaBeam, una tecnología que utiliza un chorro de agua controlado por robot para eliminar el tejido prostático sobrante en casos de hiperplasia benigna, de manera precisa y segura. Y por otro lado, se abordó el empleo de Focal One, una plataforma que se vale del empleo de ultrasonidos focalizados de alta intensidad (HIFU), para tratar, en pacientes seleccionados, únicamente las áreas afectadas por el cáncer de próstata, sin dañar los tejidos sanos circundantes.
Hiperplasia benigna de próstata
Tal y como explicó el Dr. Mora, pionero en el uso de la ablación mediante agua, «la hiperplasia benigna de próstata es una de las patologías más comunes de los varones de edad avanzada y, con el envejecimiento poblacional, su importancia ha aumentado. Su prevalencia aumenta con la edad, presentándose con criterios histológicos en más del 50% de los hombres mayores de 50 años y en el 90% de los mayores de 90 años. Entre los síntomas más frecuentes se pueden citar el retardo en el inicio de la micción, flujo débil o discontinuo, goteo postmiccional, micción intermitente y micción incompleta. Estos síntomas, si no se tratan, van empeorando con el tiempo, afectando a la salud y calidad de vida de los pacientes».
El doctor Mora explicó al público presente el sistema robótico AquaBeam, una tecnología que utiliza un chorro de agua controlado por robot para eliminar el tejido prostático sobrante de manera precisa y segura, un campo en el que Urología Clínica Bilbao es pionero.
«El procedimiento, conocido como Aquablation, representa una auténtica revolución: combina la potencia del agua con la exactitud digital para tratar la hiperplasia benigna de próstata sin bisturí térmico, reduciendo el riesgo de sangrado y preservando tanto la función sexual como la urinaria, algo esencial para los pacientes», destacó.
Con más de dos décadas de experiencia en cirugía robótica, el equipo de Urología Clínica Bilbao ha incorporado esta técnica como parte de su «compromiso con una urología moderna, mínimamente invasiva y centrada en la calidad de vida del paciente».
Cáncer de próstata
Por otro lado, el Dr. Jorge Mora también desgranó las posibilidades de la plataforma robótica HIFU Focal One, una solución de última generación para el tratamiento focal del cáncer de próstata. Este sistema combina imágenes de alta precisión con tecnología de ultrasonido focalizado de alta intensidad (HIFU), lo que permite tratar, en pacientes seleccionados, sólo las áreas afectadas por el cáncer, sin dañar los tejidos sanos.
Las nuevas técnicas de imagen, como la resonancia magnética, los microultrasonidos y pruebas de medicina nuclear como la PET PSMA, «proporcionan mayor precisión y, por consiguiente, un diagnóstico más certero. Esto hace posible un tratamiento focal, es decir, en ubicaciones concretas de la glándula prostática, al igual que se hace en el abordaje de otros tumores, como los de riñón o mama. De este modo, en vez de extirpar la próstata entera, con las secuelas que ello conlleva, podemos curar la enfermedad gracias a un mejor diagnóstico, mejor identificación de las lesiones y opciones de tratamiento focal sin necesidad de extirpar la glándula en su totalidad», detalló el experto.
Los ultrasonidos focalizados de alta intensidad permiten «limitar su acción a una parte de la próstata (hemiablación) o únicamente a la lesión dominante, respetando el resto de la glándula y las estructuras neurovasculares y esfinterianas».
El Dr. Mora puso de manifiesto que el tratamiento focal es «más conservador» y que permite «evitar varios de los efectos indeseados que tiene la extirpación total de la próstata, como pueden ser la incontinencia y la afectación de la potencia sexual del paciente».
Entre los beneficios del tratamiento focal, el urólogo destacó que «se puede llevar a cabo sin anestesia general, con un procedimiento ambulatorio, pudiendo elegir entre diversas técnicas y mediante procedimientos guiados por imagen que aumentan la precisión. Así, el paciente suele volver a su casa en un plazo de 24 o 48 horas. Todo se resume en que, de este modo, podemos tratar el tumor, y no la próstata», valoró.