La innovación en el ámbito sanitario es fundamental para mejorar el cuidado y los tratamientos de los pacientes, así como para hacer más sencillo y efectivo el trabajo de los profesionales. En el Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (IDIS) son conscientes de ello y, por este motivo, su director general, Manuel Vilches, destaca el peso que la sanidad de titularidad privada tiene en los avances sanitarios en España y explica las líneas generales de su implantación en las clínicas y hospitales que se encuadran bajo el patronato de la Fundación IDIS.
Manuel Vilches, director general de IDIS. |
¿Está el ámbito sanitario privado español al día de las últimas innovaciones en el sector de la salud?
No cabe ninguna duda de que sí. Nuestro espíritu y modelo de desarrollo está basado en la excelencia en el servicio que prestamos a nuestros pacientes y ciudadanos, y el mejor indicador de medida es el de los resultados de salud alcanzados y las vivencias que el paciente ha manifestado a lo largo de su contacto con el sistema (patient journey).
Tenga en cuenta que el sector sanitario de titularidad privada tiene como parte de su posicionamiento clave la competencia leal con sus pares teniendo en cuenta que los asegurados y los usuarios en general ejercen su capacidad de elección en base a criterios de satisfacción en todos los sentidos. Todos competimos en buena lid para conseguir los mayores índices de satisfacción y, en este sentido, además de lo ya comentado en relación a los resultados de salud y la experiencia de paciente, la apuesta por la calidad, la seguridad y la implantación de la innovación más vanguardista en todos los ámbitos son elementos fundamentales de nuestra cultura de prestación de servicios en un área tan sensible y relevante como la de la salud y el bienestar.
Un apunte final respecto a esta cuestión: los primeros quirófanos robotizados (Da Vinci), las primeras terapias híbridas de diagnóstico, las vanguardistas terapias de protones, la implantación de la radioterapia intraoperatoria calibrada, las intervenciones mínimamente invasivas o los últimos avances en diagnóstico por imagen de alta precisión y versatilidad así como el uso de las TIC en el ámbito de la gestión, la monitorización de pacientes a distancia en el contexto de la medicina no presencial tienen como protagonista destacado a la sanidad de titularidad privada, que ejerce de motor de avance y de estímulo a la implantación pionera de las innovaciones más relevantes en todos los campos, especialmente en los de alta complejidad en los que la personalización, precisión, sensibilidad y especificidad de los tratamientos y de las pruebas diagnósticas es esencial.
En el ámbito de la I+D (Clinical trials) es importante destacar la importancia de los centros privados en el desarrollo de la investigación clínica en nuestro país en fases tempranas y áreas de alta complejidad como son la Oncología, el área cardiovascular, sistema nervioso central o aparato respiratorio entre otras. De hecho, el 50 por ciento de los ensayos clínicos de nuestro país cuenta con la participación de centros privados, casi el 40 por ciento de los ensayos con participación de centros de titularidad privada corresponde a fases tempranas y, de los 811 centros distintos contenidos en la muestra del Estudio BEST, cerca del 22 por ciento son de titularidad privada: estos son solo algunos datos que nos muestran la relevancia de este sector en el panorama investigador e innovador de nuestro país. Somos un sector intensivo en innovación, motor de nuevos avances diagnósticos, terapéuticos y preventivos.
¿Qué importancia le da el sector privado a la innovación sanitaria?
Como le he comentado la relevancia para nuestro sector es clave, es parte nuclear de nuestra idiosincrasia, posicionamiento y razón de ser y los ejemplos ahí están, en cada hospital, en cada centro y en cada grupo asistencial. No en vano el entorno de la sanidad de titularidad privada solo puede continuar creciendo al ritmo que lo está haciendo en estos momentos (500.000 asegurados más en el último año) mediante una atención plena a las necesidades de todos nuestros pacientes, de todos los ciudadanos que utilizan nuestros servicios, que nos eligen como prestadores de salud por delante de la sanidad pública, independientemente del grado de complejidad de sus patologías y de todos aquellos que subrogan sus potenciales problemas en materia de salud o bienestar en nuestra capacidad y potencial en base a criterios de credibilidad, confianza y reputación alcanzados. Es más, en este apartado no podemos olvidar a nuestros profesionales que, aun teniendo el mejor perfil y la mayor pericia, precisan de las herramientas tecnológicas, farmacológicas y biotecnológicas más avanzadas en todo momento, y especialmente cuando hablamos de alto grado de complejidad, especificidad, sensibilidad, precisión y personalización. Un elemento clave de competitividad es sin duda el hecho de saber captar y retener el talento más relevante y esto no es posible en entornos altamente cualificados si no hay una apuesta decidida y firme por la I+D, la formación, la calidad, la seguridad y la innovación.
De todos es sabido que el nivel de nuestra sanidad privada oferta indicadores de salud en términos de acceso, eficiencia, resolución asistencial, calidad y seguridad, entre otros, por encima de los estándares internacionales más exigentes en la mayoría de los casos, y ahí están nuestros informes periódicos que así lo atestiguan. Solo apostando por la innovación con criterios de responsabilidad es como podemos explicar los excelentes resultados que el sector está consiguiendo en todos los sentidos. Hoy ya cerca de 11 millones de españoles disponen de un seguro privado de salud y aquellos que pueden elegir entre sanidad pública o privada, como son los trabajadores de la administración pública a través de las tres mutualidades -Muface, Isfas y Mugeju- se decantan año tras año, en un 85 por ciento de los casos, por el aseguramiento y provisión privadas a pesar de suponer un cierto coste para sus economías. Como bien dice el dicho popular, “algo tendrá el agua cuando la bendicen”, en este caso concreto, cuando aquellos que tienen opción se decantan por el sistema privado de salud están confirmando lo que dice este refrán; en definitiva, es evidente que su experiencia de paciente es muy buena y sus expectativas se ven cumplidas en buena medida.
"La innovación y su implantación en los sistemas sanitarios ya no es una opción, sono una necesidad" |
¿Qué importancia tiene la innovación sanitaria en la salud de los pacientes?
Sin duda, determinante. Tan solo hemos de poner un ejemplo que todos conocemos: lo que supuso el descubrimiento de la penicilina para el ser humano. Cuando Fleming junto a Florey y Chain descubren esta sustancia medicamentosa, este principio activo derivado del hongo Penicillium notatum cambió radicalmente el pronóstico de los pacientes con patologías infecciosas sensibles. Sin duda supuso un avance sin precedentes que modificó radicalmente la esperanza de vida y las condiciones de bienestar de millones de personas en el mundo. Como este, podríamos comentar lo que han supuesto grandes avances en la medicina, como el descubrimiento de la anestesia, que ha permitido todo el desarrollo de la cirugía; la genómica aplicada en su más amplia expresión con las técnicas de ingeniería genética; las vacunas, en el ámbito de la prevención primaria; las técnicas de detección temprana del cáncer con biomarcadores y las técnicas de alta precisión diagnóstica; la propia radioterapia o las nuevas aproximaciones terapéuticas en el tratamiento del cáncer derivadas de la biología molecular; o la inteligencia artificial y las TIC en su más amplia expresión como ejemplos del sinfín de avances que de una forma u otra clonan la historia de nuestra medicina.
El conocimiento científico se desarrolla a gran velocidad en todos los campos del saber y el conocimiento, pero muy especialmente en el de la medicina en el que, por ejemplo y para que nos hagamos una idea de dimensión, ya estamos en los prolegómenos de estudiar el envejecimiento como una enfermedad y como una opción en el futuro. Todo este desarrollo sin duda va a suponer un gran reto para el ser humano, especialmente en el campo de la bioética y los derechos inherentes al individuo, por no hablar de la propia solvencia y sostenibilidad de los sistemas sanitarios en el futuro con una presión asistencial creciente y una sobrecarga financiera exponencial.
En definitiva y retornando a su pregunta, creo que la innovación y su implantación en los sistemas sanitarios ya no es una opción, sino que es una necesidad una vez que es un factor complementario para el profesional y determinante como él en la mejora de los resultados de salud obtenidos, la calidad de los servicios ofertados, la seguridad de los procedimientos aprobados e implantados y la vivencia del paciente en todas las fases de contacto con el sistema.
En este apartado tan solo un apunte más: al igual que es fundamental continuar trabajando en el derecho del acceso por igual al sistema público de salud de todos los pacientes que tienen este tipo de cobertura eliminando las listas de espera incrementales, es imprescindible continuar trabajando en la equidad en el acceso a la innovación en el sistema público, y para ello nada mejor que utilizar todos los recursos disponibles independientemente de la titularidad que ostente cada centro; los ciudadanos y pacientes lo merecen, y la Constitución y nuestro ordenamiento jurídico así lo exigen.
¿En qué medida la digitalización, una de las innovaciones de mayor impacto, mejora el trabajo de los profesionales y la experiencia asistencial de los pacientes?
La transformación digital, gracias a internet, es uno de los grandes avances de nuestra civilización en materia de salud junto a la investigación genómica, las técnicas de imagen de alta precisión, la inteligencia artificial y la robótica. La digitalización supone poner a disposición de pacientes, ciudadanos y profesionales herramientas y servicios altamente versátiles, con una elevada usabilidad, interconectividad y de gran precisión. Ello significa que el acceso a los datos por parte de profesionales y pacientes es más ágil, segura y sencilla permitiendo una necesaria interactividad a todos los niveles. Buenos ejemplos de todo lo expuesto hasta ahora son los modelos de citación online, historia clínica digital, interoperabilidad o de receta electrónica, sin ir más lejos.
Pero la transformación digital a la que estamos todos abocados no concluye con iniciativas de este calibre por importantes que sean, sino que continúa con proyectos relevantes en el entorno de la ciencia de los datos mediante técnicas de big data, smart data, machine learning, etc… que permitirán desarrollar una medicina más predictiva, poblacional, precisa, participativa, preventiva y personalizada, con grandes iniciativas interconectadas relacionadas con la monitorización de constantes de pacientes crónicos. En este sentido los denominados wearables y el internet de las cosas asociados a los sistemas electrónicos de historia clínica van a tener mucho que decir en una visión cada vez más holística y traslacional de cada paciente, aportando datos de forma reiterativa y constante que modularán la toma de decisiones.
La creciente importancia del análisis de datos en sus diferentes modelos y formatos en base a cuestiones concretas moduladas a través de algoritmos precisos y específicos traerá consigo modelos predictivos personalizados, lo que sin duda supondrá una revolución en la forma de ejercer la medicina, la enfermería y la farmacia, ya que implicará la implantación de nuevos procesos y procedimientos y la eclosión de nuevas profesiones sanitarias vinculadas. La medicina es cada vez más multidisciplinar y en ella se irán integrando múltiples profesiones, no todas relacionadas directamente con las ciencias de la salud: Ingenieros, matemáticos, estadísticos, científicos y analistas de datos, físicos, especialistas en bioética, comunicadores, etc… cada vez van a ser más necesarios en las organizaciones líderes del sector. Este hecho supone sin duda un cambio de paradigma, un reto al que hemos de hacer frente para captar tantas oportunidades como seamos capaces.
Por último, y no por ello menos importante, no podemos olvidar la creciente importancia de lo que ya se conviene en denominar “medicina no presencial”, es decir la posibilidad de desarrollar consulta médica, de enfermería, de psicología o de farmacia a distancia. Este hecho sin duda va a tener cada vez un mayor predicamento determinado por la necesidad de descargar de presión asistencial al sistema y porque cada vez se hablará más de los hospitales y los centros asistenciales líquidos, que significa trascender la asistencia sanitaria al domicilio del paciente, transformándose este en un entorno adecuado para la monitorización, seguimiento y control del individuo. Este hecho traerá asociado algo que es imprescindible, una integración impecable de niveles asistenciales y de profesionales implicados en el cuidado y prevención en las diferentes áreas que conforman el denominado “territorio salud”. Finalmente, el paciente cada vez más empoderado y corresponsable ocupará el centro del sistema, lugar que le corresponde por derecho y por idiosincrasia.
¿Qué innovaciones en el campo de la digitalización cree que han contribuido más a mejorar el sector sanitario privado?
Como he comentado la sanidad privada es pionera en la implantación de las principales innovaciones en todos los campos y áreas por las razones que he expresado. Atendiendo a su pregunta sin duda hemos de hablar de que la citación online o la historia clínica digital están implantados ampliamente en el sector; la interoperabilidad o la receta privada electrónica están siendo abordadas en estos momentos a través de iniciativas en las que la Fundación IDIS tiene una función y un papel preponderantes.
Hoy en día se está trabajando de una forma decidida en otros aspectos como es la medicina no presencial no solamente dirigida a pacientes crónicos sino también en otros segmentos de edad como puede ser el caso de las generaciones más jóvenes, el big data y el establecimiento consiguiente de modelos predictivos que permitan prever y evitar situaciones de enfermedad y complicaciones a veces inferidas por elementos hasta ahora no tenidos muy en cuenta, como pueden ser los factores climáticos, atmosféricos, poblacionales, etc.
En Europa podemos encontrar proyectos colaborativos y de partenariado muy ambiciosos relacionados con el análisis masivo de fuentes y datos en los que participan empresas privadas del ámbito de la salud en su más amplio sentido, como puede ser el proyecto “Harmony” en procesos hematooncológicos, el proyecto “Mopead” en Alzheimer, el proyecto “Facet” enfocado a la detección, prevención y gestión de la fragilidad, el proyecto “SwitHome”, para la creación de una herramienta que permita la rehabilitación en el hogar de pacientes que han sufrido un ictus, el proyecto “Back-UP”, una iniciativa H2020 cuyo objetivo es crear modelos predictivos para la prognosis del lumbago, el proyecto “Paphos” para crear una plataforma que genere modelos computacionales predictivos para mejorar el tratamiento de pacientes con EPOC y Asma o el proyecto “Hexin” en Galicia, una plataforma que permite la explotación de información clínica disponible en los sistemas existentes con el propósito de facilitar la toma de decisiones clínicas, proporcionar información para la identificación y clasificación de casos de epidemiología e información de gestión.
¿Apuesta más el ámbito sanitario privado por la innovación que el público en España? ¿Cuál es la aportación de las empresas privadas a la innovación sanitaria nacional?
En este sentido y como es habitual en la Fundación IDIS he de tratar de aportar datos objetivos y contrastados y en ese sentido nada mejor que el informe de Fenin sobre la obsolescencia tecnológica hospitalaria. En el citado análisis queda reflejada una realidad patente a la vista de todos, que “la edad tecnológica de los equipos y las restricciones en su mantenimiento técnico son dos factores que afectan a la eficiencia y calidad del sistema sanitario, además de asociarse a un mayor número de fallos y averías”. Los centros privados han aumentado el ritmo de renovación tecnológica, mientras que los centros públicos continúan con la congelación de inversiones en reemplazo de equipos y en el mantenimiento de los existentes. A pesar del incremento de la edad tecnológica de los equipos, el Sistema Nacional de Salud ha reducido las inversiones destinadas al mantenimiento y actuaciones de servicio técnico. Fenin ha creado un grupo de trabajo para analizar el efecto de la obsolescencia y la caída de la inversión en mantenimiento del parque tecnológico como factores de riesgo en la aparición de efectos adversos.
Como le he comentado a lo largo de la entrevista los centros asistenciales de titularidad privada no tienen un mercado cautivo, sino que han de procurar porque la satisfacción de las necesidades de sus pacientes y de los ciudadanos en general se encuentren cumplidas y en ese sentido profesionales, tecnología, infraestructuras y servicios juegan un papel muy importante.
Llegados a este punto me gustaría insistir en la importancia que tienen la competencia y la competitividad. Por otro lado, se hace imprescindible elaborar un censo de la tecnología sanitaria existente en nuestro país teniendo en cuenta todos los centros asistenciales, públicos y privados, con la intención de establecer una estrategia global que permita que todos los ciudadanos tengan acceso por igual a la innovación tecnológica mediante una estrategia mancomunada en la que se tengan en cuenta todos los recursos disponibles del sistema.
Lo que no tiene sentido es que observemos redundancias en la compra de aparataje fundamentalmente en algunos territorios y sin embargo en otros el parque en el sistema público se encuentre en condiciones de obsolescencia, como dice el informe antes referido. Los derechos y obligaciones han de ser iguales para todos los españoles independientemente de donde se tenga la residencia.
En este sentido de nuevo hemos de echar un vistazo a lo que ocurre en países como Holanda, en el que los pacientes y ciudadanos sitúan como el mejor sistema sanitario de todo el espacio geográfico europeo y la revista The Lancet ratifica esta situación de liderazgo en materia de indicadores de salud. En estos territorios existe una separación entre la financiación y la prestación del servicio siendo el Estado el garante de que se cumplan todos los objetivos sanitarios y de salud planteados con criterios de calidad, seguridad y resultados por parte de los operadores privados que realizan la prestación y dan soporte al paciente en particular y al ciudadano en general, algo muy parecido al sistema de mutualismo administrativo que tenemos en España y que tan bien funciona, en opinión de la mayoría de expertos.
¿Qué son y qué función tienen el Comité de Innovación y los Consejos Consultivos de IDIS?
La Fundación IDIS, como usted bien sabe, es una organización multidisciplinar y multistakeholder en la que tienen cabida organizaciones y empresas que determinan los objetivos de la propia institución o tienen puestos los suyos en el entorno sanitario privado, de tal forma que entre las 90 organizaciones que componen el Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad se encuentran no solo instituciones de carácter asistencial y asegurador sino que hay organismos profesionales y asociativos, laboratorios farmacéuticos, empresas de tecnología, instituciones empresariales dedicadas a la prestación de servicios o a la distribución, etc… podríamos decir que en la Fundación IDIS tiene cabida toda organización que tiene que ver con el denominado emprendimiento privado en sanidad.
En este contexto de diversidad, nuestros principios fundacionales marcan un objetivo y una necesidad por la que velamos constantemente. Y es el hecho de que todos los miembros encuentren un terreno abonado para su participación activa, que se encuentren con un entorno en el que sientan que sus intereses son defendidos y que la consecución de sus objetivos es tenida en cuenta facilitando entornos de trabajo, discusión y debate en torno a la puesta en común de conocimiento y experiencias: estas son las claves de una visión participativa donde todos somos protagonistas aportando lo mejor de nosotros mismos y de nuestros entornos profesionales.
Con esta idea como base se constituyó el consejo consultivo, una realidad en la que los máximos responsables de las entidades que patrocinan las actividades de la Fundación IDIS tienen la oportunidad de reunirse con sus pares pertenecientes al patronato, es decir, los dirigentes de las instituciones del entorno asistencial y asegurador. En estas reuniones de trabajo se analiza la evolución de la Fundación, se aportan ideas y sugerencias que son tenidas en cuenta de cara a los objetivos, planes estratégicos y de acción del Instituto, en definitiva, del desarrollo corporativo de la institución.
Fruto de estas reuniones surgió el comité de innovación como una herramienta de diálogo y puesta en común de las experiencias, proyectos y productos que las compañías innovadoras aportan a la mejora de la salud, la calidad de vida y el bienestar de todos los ciudadanos y pacientes. Es un foro multidisciplinar de extraordinario valor añadido, como el anterior, que sienta en la misma mesa a quienes son capaces de aportar los avances científicos más vanguardistas en las diferentes áreas con quienes tienen la responsabilidad de evaluarlos y, llegado el caso, ponerlos a disposición de todos sus clientes/pacientes y ciudadanos.
En el tiempo que llevamos con estas dos iniciativas ya se han convertido en “marca de la casa”, en “marca IDIS”, una vez que son foros de extraordinario valor, entornos de diálogo, en los que los protagonistas son los propios miembros de la Fundación, una experiencia eminentemente pragmática basada en el hecho fundamental de compartir el conocimiento de una forma directa y abierta que redunda sin duda en beneficio de los pacientes, los ciudadanos en general, los profesionales y las instituciones asistenciales y aseguradoras en particular.
En este momento estamos viendo además que ambos foros están aportando nuevas ideas de conformación de entornos de análisis estructurado y no focalizados en sectores parcelados y concretos, de tal forma que en ellos se puedan abordar y poner en común iniciativas, estrategias y experiencias por parte de aquellos que tienen una visión y una serie de retos que son comunes en cuanto a consecución de objetivos en base a indicadores preestablecidos. Tenemos también grandes esperanzas puestas en este nuevo desarrollo estratégico basado en el hecho de compartir conocimiento de una forma abierta transparente y en red.
Además de estos consejos, ¿qué otras iniciativas lleva a cabo IDIS para divulgar y potenciar la innovación del sector sanitario privado español?
Todos los años presentamos los datos del informe BEST de innovación de Farmaindustria en la vertiente de ensayos clínicos en el sector de la sanidad de titularidad privada. Por otro lado, organizamos una jornada anual específica de innovación en la que participan Farmaindustria, Asebio y Fenin como representantes del espectro innovador del sector sanitario en nuestro país.
Estas iniciativas se ven reforzadas con la presentación de nuestros informes y análisis: “Sanidad privada, aportando valor”, que hace una radiografía completa de todo el entorno asistencial y asegurador de naturaleza jurídica privada; Estudio “RESA de resultados de salud”, en el que los aspectos relativos a la innovación en su más amplio sentido vienen recogidos, así como otros informes específicos como el “Barómetro” bianual de la sanidad privada o el análisis de “Experiencia de Paciente”, presentado recientemente. Tenga en cuenta que todas estas iniciativas analíticas suponen “perchas” informativas una vez que sus conclusiones y aportaciones son remitidas a la sociedad a través de los diferentes medios y herramientas de comunicación tanto online como offline además de ser comunicadas en formato presencial en los diferentes territorios de nuestro país, y puestas a disposición de todos a través de nuestro ecosistema y estrategia de comunicación digital.
Otra pieza clave en este aspecto de divulgación y reconocimiento es nuestra acreditación de calidad de centros asistenciales QH (Quality Healthcare) que promueve la mejora continua en su más amplio sentido -también en el de la innovación-, teniendo en cuenta que esta no solo se refiere a tecnología, biotecnología, farmacología, etc… sino que compete también a todo el diseño, desarrollo e implantación de nuevos procesos y procedimientos de gestión en las diferentes áreas asistenciales. En este sentido, conviene reforzar el mensaje de la importancia de la acreditación QH, en estos momentos en los que está abierta una nueva edición: la inna iniciativa cuenta ya con 115 centros públicos y privados que se han sometido a su evaluación por parte del comité auditor.
Para finalizar, no me quiero olvidar de todo el esfuerzo que realizan todos y cada uno de los centros y grupos asistenciales que son miembros de la Fundación IDIS a la hora de impulsar, promover y divulgar todos los avances que van consiguiendo en esta materia tan determinante para el futuro de nuestra sanidad.
Quien no apuesta por el futuro no tiene futuro, dicen los expertos; y, en ese sentido, esta frase me gustaría complementarla con el parangón de que quien no piensa en innovar difícilmente alcanzará la sostenibilidad y competitividad suficiente dentro de un mercado tan competitivo, evolucionado, retador y en constante cambio como es el de la salud y el bienestar. Como le decía anteriormente y con esto concluyo: para el sector de titularidad privada la innovación no es una opción sino una necesidad en beneficio de todos aquellos que confían en nuestra realidad y resultados.