La Sociedad Española de Oncología Médica ha dado a conocer que durante el confinamiento se ha registrado un 21 % de infra diagnóstico en el cáncer en el conjunto de las Comunidades Autónomas. En Euskadi, con una tasa de incidencia (nuevos casos que se dan en una población y tiempo determinados) de unos 13.500 casos anuales, supone que más de 2.800 vascos y vascas ya tienen cáncer y aún no lo saben. Y no lo saben porque no han ido a hacer sus revisiones (próstata, mama, colon, etcétera) o a consultar a su médico cuando notan los primeros síntomas y van demorando la visita.
Tal y como expone el Dr. Ricardo Fernández, oncólogo de la Clínica IMQ Zorrotzaurre, “el retraso en el diagnóstico supone que tendremos menos posibilidades de tratar el cáncer de una manera precoz. En estas situaciones, el tumor, en vez de estar en una situación localizada, está en una situación localmente avanzada o metastásica y esto ocurre porque las personas están restringiendo su iniciativa de ir a consultar al médico por miedo a contagiarse del nuevo coronavirus en las consultas médicas”.
Las personas mayores “son las que más miedo tienen a ir a las consultas. El oncólogo de IMQ recuerda que si los tumores llegan a los especialistas en una situación menos avanzada, “sus posibilidades de curación y de un tratamiento con una mejor calidad de vida son mayores”.
Mensaje de esperanza en diversos tipos de tumores
En contraste con el retraso diagnóstico, el especialista desea transmitir un mensaje de esperanza para todas las personas con cáncer y sus familiares. “Es importante comunicar a la población que, como por ejemplo en cáncer de mama, cada día hay más estudios moleculares y más evidencia científica de que si hacemos un estudio molecular en profundidad de los tumores, seremos capaces de evitar el tratamiento de quimioterapia a un porcentaje relevante de mujeres.
Por otra parte, el oncólogo de IMQ Zorrotzaurre recuerda que están desarrollándose moléculas nuevas en diversos subtipos de cáncer y se siguen aprobando fármacos nuevos, “quizá a un ritmo más lento de lo que se debiera a causa de la pandemia”.
Como ejemplo de esto último en cáncer de mama, el Dr. Ricardo Fernández cita “los nuevos fármacos y nuevas estrategias de tratamiento en cáncer de mama HER-2 positivo; nuevas estrategias de tratamiento en cáncer de mama triple negativo; nuevos tratamientos en cáncer de mama hormono-dependiente sensible a la hormona y con receptores hormonales positivos y HER-2 negativo”.
En el caso del cáncer de próstata, alude a los nuevos tratamientos “que ayudan a retrasar la progresión de la enfermedad en situaciones más precoces cuando se hacen resistentes a los tratamientos hormonales habituales en casos no metastásicos”.
El experto valora también los “nuevos fármacos en cáncer de pulmón con combinaciones de quimioterapia e inmunoterapia novedosas; nuevas combinaciones terapéuticas en cáncer de riñón; fármacos nuevos para determinados subtipos moleculares de cáncer de vejiga que están en desarrollo. E, igualmente, nuevas técnicas en el tratamiento radioterápico, en general: técnicas más precisas, con dosis más altas, mejor dirigidas al foco, con menor toxicidad y, en algunos casos, reduciendo la duración del tratamiento con igual efectividad, lo que supone un tratamiento más cómodo y menos tóxico, y así un largo un etcétera”.
Hoy, la Clínica IMQ Zorrotzaurre cuenta con una Unidad Asistencial Integral para el diagnóstico y el tratamiento del cáncer de más de 1.300 m2, equipamiento de última generación (dos aceleradores lineales, PET-TAC, gammacámara, cirugía robótica con Da Vinci, etc.), hospital de día oncológico, habitaciones individuales para pacientes, farmacia oncológica, servicios de apoyo psicológico y nutricional, hospitalización a domicilio, etc.