Los últimos coletazos de la pandemia derivada de la crisis por el Covid-19 y el estallido de la guerra en Ucrania han sido dos de los factores que han derivado en una subida de la inflación en España. Así, este año 2022 todos los sectores están intentando adaptar sus estatregias a la nueva situación económica. El sector sanitario no es excepción, dado que este estado de inflación incide directamente en sus capacidades y planes de acción.
Uno de los actores afectados es la Mutualidad de Funcionarios Civiles del Estado (Muface). El concierto de Asistencia Sanitaria, en el que se engloba su partida presupuestaria, se firmó el pasado mes de diciembre de 2021 y se cerró para abarcar desde el presente año hasta 2024. Se acordó un presupuesto para este periodo de 3.571 millones de euros. Fuentes de CCOO explican a Redacción Médica que “si el presupuesto aprobado hasta 2024 les parecía insuficiente”, ahora, con la actual situación de inflación “es incluso más deficiente”. Así, consideran "conveniente y necesaria" una dotación mayor.
Por otro lado, Pedro Corral Solaeta, miembro del consejo de Muface nombrado por la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), coincide en opinión. "En su momento ya consideramos que el presupuesto destinado no era suficiente para cubrir todos los gastos; ahora con la inflación esto se va a incrementar" asegura y añade que, al ser un presupuesto cerrado a tres años "y todavía estar en el primero", con el paso del tiempo "se va a hacer más patente la falta de presupuesto".
Asimismo desde CCOO, denuncian la "pobre" situación del modelo Muface, especialmente en algunos territorios. "Por ejemplo en Madrid y Canarias se ha eliminado la Atención Primaria y los médicos de Familia; se han reducido de manera muy pronunciada los centros y se han eliminado algunas especialidades, como oncología o radioterapia", dicen y añaden que, además "se ha llegado a solicitar a los mutualistas el pago de algunas pruebas médicas".
Mismas garantías que las de la sanidad pública
"Es esencial que Muface perviva, pero para esto debe tener garantizado una asistencia sanitaria del mismo nivel de calidad que la sanidad pública", terminan.
Por otro lado, desde los sindicatos no solo defienden esta inyección en el presupuesto de Muface, sino también en el resto de actores de la sanidad. Fernando Hontangas, presidente nacional de Sanidad de la CSIF, reivindica en este medio la necesidad de un aumento presupuestario en el total de la sanidad sobre todo para poder solventar el déficit de profesionales actual. Por su parte, fuentes de la Federación de Sanidad y Sectores Sociosanitarios de CCOO (FSS-CCOO), comentan que es esencial el incremento en las remuneraciones para poder hacer frente a la inflación.
Situación general de desventaja
En general, desde los sindicatos se argumenta que España se encuentra "muy por debajo en lo que se refiere a la inversión en sanidad que otros países del entorno". "El gasto real en sanidad en nuestro país es el 7,5 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB). Si tenemos en cuenta esta información, se hace patente la infrafinanciación que sufre nuestro Estado comparado con Alemania (10,9 por ciento), Suecia (9,8 por ciento) o Francia (10,3 por ciento)", argumenta Hontangas. Además, hace hincapié en la falta de plantilla en todos los ámbitos del sector y asegura que este "se podría paliar parcialmente con una financiación que supere el 9 por ciento de nuestro PIB, siendo la cifra ideal cercana al 10 por ciento".