La creciente contaminación del aire de las ciudades, debido principalmente la automoción, calefacciones e industria, siempre ha generado preocupación e interés sobre el conocimiento de la calidad del aire que respiramos en entornos abiertos y que apenas podemos controlar de manera individual. Somos cada vez más conscientes de que la calidad del aire que respiramos va íntimamente ligada a nuestra calidad de vida en general.
Además, en estos momentos en los que debemos pasar más tiempo dentro de casa o en espacios pequeños, este interés se ha expandido al conocimiento de la calidad del aire que respiramos en entornos pequeños y con poca ventilación.
Tanto es así, que los purificadores de aire han supuesto una creciente generación de demanda por parte de aquellas personas que quieren tener la confianza de respirar un aire limpio en entornos interiores, como pueden ser hogares, oficinas, escuelas o clínicas dentales, entre otros.
Muchas personas creen que están protegidas de la contaminación dentro de sus hogares. Sin embargo, el ambiente dentro de nuestras casas puede estar entre dos y cinco veces más contaminado que el aire del exterior, según la Organización Mundial de la Salud (OMS) .
Alérgenos como el polen, los ácaros del polvo, e incluso el pelo y descamación o caspa de nuestras mascotas están presentes en el ambiente de nuestro hogar a diario y dificultan la vida de las personas alérgicas. Y esto, hasta hace algunos meses, era la única preocupación que podíamos tener sobre la calidad del aire de nuestro hogar. Sin embargo, tras la llegada de la pandemia provocada por el COVID-19, que nos ha limitado temporalmente y en gran medida la vida fuera de casa, son muchos más los factores que nos llevan a plantearnos la adecuación de incorporar un purificador de aire en entornos cerrados, y más con la llegada del frío y sin la posibilidad de ventilar las estancias de una manera conveniente, factor clave para respirar un aire puro y libre de contaminantes.
En esta situación, el escenario adecuado reside en la combinación de la ventilación natural cruzada o provocada por sistemas mecánicos, complementada con un purificador de aire capaz de filtrar las partículas en suspensión de una manera rápida y recurrente. Este objetivo se consigue con la suma de dos factores: un filtro HEPA eficaz y la velocidad y eficiencia del purificador, medidas por CADR o tasa de suministro de aire limpio.
La perfecta combinación entre un filtro eficaz y una tasa de refresco alta
Los filtros Philips NanoProtect HEPA están clasificados como filtros HEPA de acuerdo con el estándar estadounidense DOE-STD-3020-2015 de EE. UU. Este estándar especifica un requisito para un filtro nuevo, ya que se usa en el dispositivo. La norma requiere que el filtro tenga una eficiencia de filtración de partículas de tamaño de 0,3 micrones ≥ 99,97%.
Sin embargo, los filtros Philips NanoProtect HEPA, incluidos en toda la gama de purificadores de aire de Philips, se han probado contra partículas más pequeñas que las utilizadas en los estándares anteriores. Hemos probado con 0,003 micrones todos nuestros purificadores de aire, con una eficiencia de filtración de hasta el 99,97%.
De manera paralela, los purificadores de aire de Philips se probaron en el instituto de pruebas Airmid contra el virus de la influenza N1H1, mostrando una eficiencia de eliminación del 99,9%. Después de que los virus son capturados en el filtro, se desactivan naturalmente. Esto puede tomar entre varios minutos y varias horas dependiendo de la temperatura ambiente. Es poco probable que los virus se propaguen nuevamente desde el filtro.
Sumado a la eficacia del filtro NanoProtect HEPA, incluido en los purificadores de aire de Philips, la calidad del aire también depende de la tasa de suministro de aire limpio (CADR) que es capaz de entregar un purificador. Los purificadores de aire de Philips parten, en su modelo más básico, de un CADR de 190 metros cúbicos por hora, capaces de purificar el aire de una estancia de 20 metros cuadrados en tan solo 16 minutos, hasta un CADR de 500 metros cúbicos a la hora, siendo capaz de renovar por completo el aire de una estancia de 20 metros cuadrados en menos de 6 minutos.
Control en tiempo real de la calidad del aire que respiramos en entornos cerrados
Philips incorpora en su gama de purificadores un sensor que analiza la calidad del aire escaneando permanentemente los contaminantes invisibles presentes en el ambiente y detectando incluso los cambios más pequeños en la calidad de la estancia en la que está ubicada en tiempo real. Además, ofrece al usuario esa información a través de un anillo de color, tangibilizando la calidad del aire en diferentes colores, para que, de un simple vistazo, podamos ver si el aire actual de la estancia es apto para nuestra salud.
Ampliando los límites del entorno doméstico hacia entornos profesionales, sanitarios y educativos
El creciente interés por el conocimiento de la calidad del aire que respiramos en interiores se amplía más allá del entorno doméstico. Los purificadores de aire de Philips se desarrollan y fabrican de conformidad con todas las normativas y estándares de seguridad (IEC / EN 60335-1 IEC / EN 60335-2-65) y se pueden utilizar de forma segura en una amplia gama de entornos interiores, que, además de hogares, engloban otras estancias como oficinas, entornos de salud, escuelas o clínicas dentales, entre otros muchos.
Estudios recientes elaborados por el equipo de Calidad de Philips reflejan que los purificadores de aire de esta marca se pueden utilizar de manera continuada durante las 24 horas del día, los siete días de la semana, durante un periodo de tres años, aunque por norma general, este tipo de productos ubicados en entornos profesionales se utilizan de manera similar a su uso en hogares, es decir, una media de 12 a 16 horas diarias, lo que extendería la vida útil del producto de manera significativa.
Sin embargo, el mantenimiento del producto y el correcto uso de sus filtros es clave para que el purificador funcione con la plenitud de sus características. La vida útil del filtro del purificador de aire Philips depende del entorno del usuario y del mantenimiento periódico que este efectúe. Para un mejor rendimiento, el usuario debe reemplazar el filtro Philips NanoProtect HEPA cuando reciba la alerta de cambio de filtro a través de la pantalla del propio dispositivo o a través de la aplicación para móvil Clean Home+ (para purificadores de aire Philips conectados).
Son ya numerosos los centros educativos, farmacias y clínicas dentales los que han incorporado purificadores de aire Philips en sus instalaciones para asegurar un aire limpio de manera continua en las aulas, ahora que, con la llegada del frío, la ventilación natural de los espacios cerrados se complica.
“La calidad del aire que respiramos en el centro escolar, tanto los alumnos como las personas que trabajan en él, se ha convertido en una preocupación adicional para todos, debido a la situación actual que atravesamos”, afirma Raquel Jaén, presidenta del AMPA del Colegio Sagrat Cor de Jesús, en Terrassa. Este centro docente, impulsado por una iniciativa del AMPA, ha sido el primero en dicha localidad en incluir en sus aulas purificadores de aire para garantizar mayor seguridad, “ya que la ventilación cruzada puede resultar innecesaria o no conveniente, debido a la llegada del frío. De esta manera, podemos sentirnos más tranquilos, sabiendo que respiramos aire purificado durante todo el tiempo que pasamos en el colegio”, añade.