Martes, 25 de noviembre de 2025   |  Número 185
Resultados sanitarios: la base de un sistema de salud de calidad
Editorial

Mayte Segura, directora de comunicación de la Fundación IDIS

La conversación sobre la calidad asistencial suele ocupar un espacio central en cualquier reflexión sobre el futuro de nuestro sistema sanitario. Sin embargo, a veces pecamos de tibieza cuando mencionamos el hecho de que sin medición no hay mejora. Por eso, la jornada celebrada por la Fundación IDIS este mes de noviembre ha cobrado especial relevancia. Bajo el título de “El poder de los resultados sanitarios”, la Fundación IDIS ha demostrado una vez más el impulso del sector sanitario privado para la mejora continua, la calidad asistencial, la eficiencia y la accesibilidad, al servicio de los pacientes.

Sabemos que el propósito final de cualquier sistema de salud es procurar la mejor asistencia posible. Y eso se consigue mediante la medición sistemática de múltiples indicadores, incluidos, por supuesto, los indicadores de resultados sanitarios en las áreas de eficiencia, resolución asistencial, calidad y accesibilidad, entre otras. En este contexto, la undécima edición del Estudio RESA adquiere un valor especial, porque constata el esfuerzo de los centros asistenciales privados por aportar datos y medir casi 150 indicadores que nos permiten avanzar en la senda de la mejora continua. Además, este año el estudio haya alcanzado un récord de participación, con 624 centros (148 hospitales, 140 centros de día y 336 centros de fertilidad), en lo que representa una muestra clara del compromiso de la sanidad privada con la calidad y la transparencia. Es decir, no hablamos solo de cifras: hablamos de organizaciones que entienden que medir es servir mejor.

El Estudio RESA se ha consolidado ya como un referente en la evaluación de resultados sanitarios en España. Su evolución es también reflejo de la madurez del sector, ya que cada año se revisa la metodología de los indicadores, para hacerlos comparables con los de los observatorios públicos, y se incorporan nuevos ámbitos de análisis, como indicadores específicos de productividad y un módulo dedicado a la cronicidad. Con ello se refuerza la robustez de los datos y el valor que este informe aporta tanto a gestores y profesionales como a la sociedad en su conjunto.

Todo este esfuerzo se asienta sobre una premisa: los indicadores permiten transformar los datos en conocimiento y el conocimiento en mejoras tangibles. Junto con la innovación y la excelencia, esta capacidad de mejora continua explica los excelentes resultados que muestra la sanidad privada en todas las áreas analizadas, incluso en un contexto en el que el volumen de pacientes atendidos aumenta cada año.

Pero hay algo más que conviene subrayar: este informe también permite entender con claridad el compromiso del sector sanitario privado con el paciente y con el sistema sanitario en su totalidad. La transparencia, el rigor y la voluntad de aportar valor son prácticas que se reflejan en datos, en evaluaciones comparadas y en la disposición a visibilizar qué hacemos bien y qué debemos seguir perfeccionando.

Otro símbolo importante de lo que hacemos bien se ha plasmado en la misma jornada con la Entrega de Reconocimientos QH_Quality Healthcare, que han recibido diversas entidades públicas y privadas de nuestro país.

Desde la Fundación IDIS se impulsa este reconocimiento para dar visibilidad a aquellas organizaciones que trabajan de manera constante en la senda de la calidad. Y ya son 222 los centros asistenciales que cuentan con el sello QH en cualquiera de sus categorías, que van desde el sello base hasta el sello de tres estrellas.

Dentro de la reflexión a la que nos lleva el trabajo de la Fundación IDIS, podemos además añadir que medir resultados no es sólo un mecanismo de rendición de cuentas, sino una palanca de innovación. Cuando los equipos clínicos cuentan con información comparada y fiable, pueden rediseñar itinerarios, introducir mejoras, detectar variabilidad injustificada y avanzar hacia modelos más integrados.

En definitiva, medir los resultados en salud no es un fin en sí mismo: es la condición necesaria para garantizar una calidad asistencial real, tangible y centrada en las personas. Y es, también, la manera de brindar la confianza que cada paciente deposita en el sistema cuando acude a él en un momento de vulnerabilidad. Los resultados sanitarios son la base de un sistema de salud de calidad y así se ha puesto de manifiesto un año más desde el sector sanitario privado.

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