El pasado 1 de abril, la empresa Ribera Salud dejó de gestionar el Departamento de Salud de La Ribera que, tras 20 años de concesión administrativa, finaliza con excelentes indicadores asistenciales, de calidad y de promoción de la salud. Así se ha puesto de manifiesto durante la rueda de prensa que, esta mañana, ha ofrecido el director gerente del Departamento de Salud de La Ribera, Javier Palau, y en la que ha analizado el estado de la situación de la sanidad en la comarca, con los últimos datos oficiales de la propia Conselleria de Sanitat Universal i Salud Pública.
Javier Palau, director gerente del Departamento de Salud de La Ribera. |
Estos indicadores han sido extraídos de la base de datos Alumbra, que conecta online con los sistemas de información de los departamentos de salud y cuyo informe mensual (el último disponible, el de enero de 2018) remite la Conselleria de Sanitat a todos los hospitales como instrumento de análisis y mejora. También se incluyen los Acuerdos de Gestión del año 2017, que son los compromisos que Conselleria de Sanitat y los departamentos de salud adquieren cada año para mejorar los resultados asistenciales, y el informe de la Sindicatura de Comptes sobre la situación del sistema sanitario valenciano, en el que realiza una comparativa pormenorizada entre los departamentos de salud de gestión directa y los que están gestionados por una empresa privada.
Así, entre otros datos, se ha puesto de relieve que Ribera Salud deja el Hospital de Alzira con una demora quirúrgica media para sus pacientes de 1,4 meses menos que en el resto de hospitales de la Comunitat Valenciana, según los datos correspondientes al mes de enero de este año. Especialidades como la cirugía pediátrica, la cirugía torácica y la cirugía cardiovascular, cuentan, incluso, con demoras medias inferiores a los 25 días. Asimismo, los usuarios de La Ribera cuentan con 15 días menos de espera que el resto de la Comunitat para obtener una primera consulta con el médico especialista.
Junto a ello, los quirófanos del Hospital de Alzira han suspendido casi un 2% menos de intervenciones que el resto de hospitales de la red pública valenciana. Además, el centro alcireño ha mejorado en más de 13 puntos la media del resto de hospitales públicos en pacientes que, en función de su gravedad, son atendidos en tiempo en Urgencias.
“Todos estos datos y otros evidencian que la decisión de no prorrogar a Ribera Salud el contrato de concesión administrativa ha sido tomada por la Conselleria de Sanitat sin tener en cuenta ningún criterio técnico y solo fundamentada en el sectarismo”, ha afirmado Javier Palau, quien ha añadido que “de esta forma, la Generalitat Valenciana rompe las reglas básicas de colaboración entre empresas y Administración, porque afianza así la idea de que no importa cómo se hagan las cosas; se haga bien o se haga mal, el resultado es el mismo, lo que pone en riesgo la calidad del servicio sanitario que se presta a los ciudadanos”.
Prevención y promoción de la salud
Además de los datos asistenciales, Ribera Salud deja la gestión del Departamento con excelentes indicadores en prevención y promoción de la salud. Así, La Ribera aventaja en más de 15 puntos al resto de la Comunitat Valenciana en el control de sus pacientes hipertensos y en más de 9 puntos en el caso de los pacientes diabéticos, como refleja el último informe Alumbra de la Conselleria de Sanitat.
En cuanto a los Acuerdos de Gestión de la Conselleria correspondientes al año 2017, el Departamento de La Ribera supera a la media de hospitales de la Comunidad Valenciana en indicadores tan sensibles como la cobertura vacunal antigripal, la cobertura del cribado universal de la violencia de género o el porcentaje de pacientes con fractura de cadera intervenidos en las primeras 48 horas. Estos mismos acuerdos reflejan que La Ribera obtiene mejor puntuación en indicadores como el rendimiento de las unidades de hospitalización a domicilio o la potenciación de la cirugía mayor ambulatoria.
Según Palau, “tras 20 años al frente del Departamento de Salud de La Ribera, estamos absolutamente convencidos de que nuestro modelo de gestión indirecta es más favorable para los 250.000 pacientes de la comarca que el modelo tradicional de gestión directa, por lo que hubiera sido un ejercicio de responsabilidad que la Administración valenciana lo hubiera mantenido así, aunque, claro está, con la adaptación necesaria a los retos del siglo XXI”. En este sentido, el director gerente ha lamentado que se pierda la oportunidad de “convivir dos modelos de gestión que pueden retroalimentarse mutuamente y que ha colado a la sanidad valenciana en la vanguardia internacional”.
Como destaca Palau, “con la reversión del que fuera el primer departamento de salud gestionado por una concesión administrativa, estamos retrocediendo 20 años en la evolución sanitaria de nuestro país, justo en una Comunidad que tiene la suerte de poder realizar un ejercicio serio de comparación entre modelos para avanzar hacia la modernidad”.
Asimismo, el director gerente ha recordado que el informe el Síndic de Comptes pone de manifiesto, con datos oficiales de la Conselleria de Sanitat Universal, que La Ribera es uno de los departamentos más eficientes de la Comunitat, en cuanto a consecución de objetivos en los Acuerdos de Gestión y menor nivel de gasto sanitario por habitante. Esta eficiencia supone un ahorro de un 20/25% para la Administración, es decir de unos 40 millones anuales. “Es un informe que aunque se hizo para analizar la concesión de Manises, recoge datos comparativos de todas las concesiones sanitarias, y sitúa a Alzira en muy buena posición”.
Leales a la Administración
Durante su intervención, el Dr. Javier Palau también se ha referido al proceso abierto hace ahora un año por la Conselleria de Sanitat con sus Normas de Reversión y que han culminado con la transferencia definitiva de la gestión sanitaria a la Generalitat el 1 de abril.
“Durante todo este proceso, desde la empresa concesionaria hemos sido leales a la Administración, facilitando cuanta información se nos ha solicitado relacionada con el personal, las instalaciones, el equipamiento, las inversiones y demás elementos vinculados a la gestión que hemos llevado a cabo en las dos últimas décadas, y acudiendo a los escasos encuentros y reuniones a los que hemos sido convocados y de las que se han levantado las correspondientes actas”, ha afirmado el director gerente de La Ribera.
Palau ha explicado que “hemos querido, incluso, ir más allá y hemos elaborado un informe que se ha entregado a la Presidencia de la Generalitat y a la Conselleria de Sanitat, comunicándoles las posibles consecuencias que la falta de planificación del proceso de reversión puede tener en la asistencia sanitaria que perciban los pacientes a partir del 1 de abril. Mientras tanto, por parte de la Conselleria se nos ha ninguneado al no convocarnos a las reuniones habituales con el resto de departamentos públicos de salud a las que hemos acudido siempre y se ha maltratado públicamente a nuestros profesionales a los que cargos de la Conselleria han llamado nazis y tropa entre otros descalificativos”.
Asimismo, “hemos querido ser responsables y dejar para los próximos gestores un Plan Estratégico que permita mantener los niveles de calidad asistencial que, durante todo este tiempo, hemos alcanzado en la comarca de La Ribera y que contempla una inversión, para los próximos 10 años, de 72 millones de euros en nuevas infraestructuras, tecnología y transformación digital, que permitan asumir los retos que, ineludiblemente, presentará la
sanidad de las próximas décadas”.
Palau ha concluido su intervención reiterando que “todos estos datos no solo manifiestan que la reversión no está justificada objetivamente, sino que, además, nos avalan ante los futuros intentos de desacreditar nuestra gestión, como ocurrió la semana pasada con la calumnia sobre el borrado de información”.