San Juan de Dios presenta un proyecto innovador para transformar la atención a las personas sin hogar mediante la creación de una plataforma digital que mejorará la gestión y la coordinación entre los centros sociales de la entidad en toda España. Esta iniciativa se enmarca en la estrategia de la institución para abordar de manera integral el sinhogarismo, utilizando la tecnología como herramienta para optimizar recursos y reforzar el acompañamiento a las personas en situación de vulnerabilidad.
Según Salvador Maneu, coordinador del ámbito social de SJD España y director de SJD Serveis Socials Barcelona, la plataforma permitirá compartir datos de manera eficiente entre los centros y con las administraciones públicas, facilitando una intervención más personalizada y eficaz.
“La digitalización no es solo una herramienta, sino una transformación cultural para mejorar la atención a las personas y asegurar una respuesta ágil y coordinada a un problema complejo como es el sinhogarismo”, destacó.
Entre los avances técnicos previstos, se incluyen la migración del sistema a la nube, medidas avanzadas de ciberseguridad y escalas de valoración adaptadas a diferentes necesidades sociales. El proyecto, que culminará en 2026, también busca establecer bases de datos interoperables con otros sistemas públicos, mejorando la toma de decisiones y la asignación de recursos.
Un preocupante aumento del sinhogarismo en Cataluña
En paralelo a la digitalización, San Juan de Dios sigue respondiendo a las crecientes necesidades de las personas sin hogar en Cataluña. Durante 2023, la red de centros de la entidad en la región atendió a más de 3.000 personas. La crisis de la vivienda, el aumento de los desahucios y la precariedad laboral han agravado esta situación, con un incremento notable de jóvenes, familias monoparentales encabezadas por mujeres y personas mayores de 50 años en situación de sinhogarismo.
Salvador Maneu señala que las redes de protección social intermedias “están colapsadas” y reclama una acción decidida para reforzar la prevención y evitar que más personas caigan en esta situación. Se pone especial énfasis en mejorar la atención a colectivos vulnerables, como los menores tutelados, que al cumplir 18 años a menudo quedan desprotegidos, y las personas migrantes, que representan el 70% del total de personas sin hogar en España. Desde 2018, Sant Joan de Déu Terres de Lleida ha atendido a más de 1.700 jóvenes, ofreciéndoles no solo un refugio seguro, sino también formación y acompañamiento en su integración social y laboral.
También es necesario mejorar la atención a las personas con problemas de salud mental, ya que la mitad de las personas sin hogar presentan algún diagnóstico en este ámbito. Es fundamental reforzar la prevención, el diagnóstico precoz y promover intervenciones sociales y sanitarias integradas. En Cataluña, San Juan de Dios se centra en atender a este colectivo con servicios en las provincias de Lleida y Barcelona.
Evolución del modelo
Para afrontar estas realidades cambiantes, San Juan de Dios ha ido adaptando sus servicios. Un ejemplo de esta evolución es el proyecto Hort de la Vila 2.0 en Barcelona, que está transformando el centro residencial de inclusión del barrio de Sarrià en 100 apartamentos con zonas comunes. Este nuevo modelo busca promover la convivencia, evitar la soledad no deseada y fomentar la autonomía de las personas sin hogar con largas trayectorias de exclusión social.
Un proyecto ya hecho realidad ha sido la puesta en marcha de Casa AVIDI, un centro residencial comunitario para acompañar a mujeres mayores en Calella (Barcelona), en alianza con las Hijas de San José y con la colaboración de la Generalitat de Catalunya, el Consell Comarcal del Maresme, el Ayuntamiento de Calella y la Fundación la Caixa.
Casa AVIDI forma parte del programa Malla, un ecosistema de protección para mujeres sin hogar impulsado desde comienzos de 2024, que también incluye el CRI La Llavor, dirigido a mujeres, personas trans y no binarias, así como viviendas compartidas para mujeres jóvenes y mayores.
Según Maneu, la combinación de innovación tecnológica y adaptación de servicios es clave para transformar el modelo de atención y avanzar hacia soluciones más efectivas en la lucha contra el sinhogarismo. “La digitalización no sustituye el acompañamiento, pero lo hace más potente y coherente con nuestra misión de crear oportunidades para una vida digna”, concluye.