Sham, aseguradora especialista en el sector sanitario y socio sanitario, ha publicado la segunda edición en España de 'El punto de vista del asegurador', una publicación dirigida a profesionales, gestores y administración sanitaria que analiza anualmente un tema de interés directamente relacionado con la seguridad de los pacientes y con la gestión de riesgos clínicos. En 2018 se ha centrado en los principales retos del sector sanitario en relación con la e-Salud.

“La e-Salud se sitúa en el cruce de tres tendencias actuales: la irrupción en el mercado de numerosas soluciones digitales más o menos pertinentes; la evolución de la atención al paciente -más frecuente y formalizada- fuera de los hospitales y, por último, la redefinición de los grandes principios que conformarán la relación médico-paciente del mañana”, explica Frèderic Fuz, director de Gestión de Riesgos de Sham en España.

Recomendaciones para desarrollar un proyecto de e-Salud

Para desarrollar un proyecto de e-Salud, en opinión del Consejo Médico de Sham, en primer lugar es necesario formalizar la atención global del paciente. “Hay que describir cada etapa de la atención al paciente; definir las funciones y responsabilidades de todos los profesionales de la salud implicados en cada una de esas etapas; formarles a ellos y al propio paciente; integrar el conjunto de datos relativos a la atención del paciente en su historia clínica e implantar un sistema de gestión de los riesgos vinculado con el proceso del cuidado intra y extra hospitalario”, apunta Fuz.  

Además, hay que cuestionarse siempre la calificación jurídica del producto desarrollado, pues algunos productos o aplicaciones en el sector sanitario pueden ser calificados como dispositivos médicos y, por tanto, están sujetos a obligaciones especiales. Todo ello respetando siempre la normativa relativa a la protección de datos de carácter personal. Para el director de Gestión de Riesgos de Sham esta es “una cuestión de especial relevancia teniendo en cuenta que los datos sanitarios son de especial protección y también por la relación e implicaciones del RGPD en lo relativo al consentimiento informado como acto y/o como documento de información al paciente”.

Por último, desde Sham recomiendan limitar los riesgos de responsabilidad, por ejemplo, de las aplicaciones móviles (Apps) de salud.“En el caso de riesgosvinculados al fallo de una App estos se pueden reducir prestando especial atención a la configuración, a las actualizaciones periódicas, a la sostenibilidad del funcionamiento y a la calidad de la información recibida. En el caso de riesgos vinculados a un mal uso de la App: recordando las normas de utilización del producto a los usuarios y, en su caso, las advertencias especiales, los síntomas que requerirían la consulta de un profesional de la salud, etcétera”, concluye Fuz.

Segundo año consecutivo en España

Por segundo año consecutivo, “El punto de vista del asegurador” -obra que elabora el Consejo Médico de Sham- se ha publicado, además de en Francia, en España e Italia. Y aunque la e-Salud no es una disciplina médica -como lo eran las cuestiones abordadas en años anteriores- la publicación se ha realizado siguiendo su estructura habitual, que incluye el análisis del marco jurídico, proyectos relacionados con la temática y vistos por Sham en los centros sanitarios, entrevistas con líderes de opinión nacionales e internacionales, identificación de futuros riesgos y recomendaciones de la aseguradora.