La residencia y centro de día para personas mayores IMQ Igurco Bilbozar de Bilbao acaba de poner en marcha una novedosa iniciativa para la promoción física de las personas mayores a través de terapia acuática. Bajo un programa diseñado por profesionales sociosanitarios del centro, dos grupos de residentes realizan en la piscina de un polideportivo municipal ejercicios terapéuticos, bajo el control y la dirección del fisioterapeuta de la residencia, David Estallo.
Se han apuntado a la actividad personas mayores de 80 años. |
Tal y como señala el fisioterapeuta de IMQ Igurco Bilbozar, “el medio acuático facilita a las personas mayores la realización de una gran cantidad de ejercicios, ya que al trabajar dentro del agua, existe un mayor nivel de resistencia pero la flotabilidad permite sentirse liberados del peso, propiciando una sensación de ingravidez y una libertad casi total para moverse”.
Los beneficios de esta iniciativa son tan atractivos para las personas mayores del centro que se han apuntado a estas actividades acuáticas incluso algunos que nunca aprendieron a nadar, personas con edades superiores a los 80 años, u otras con problemas de artrosis y movilidad reducida.
David Estallo, destaca que “la baja intensidad de los ejercicios y alto número de repeticiones aportan múltiples beneficios. Por ejemplo, permiten el fortalecimiento del aparato músculo-esquelético (espalda, piernas y brazos), mejoran la movilidad del mayor y su circulación linfática, aumentan su equilibrio (reduciendo el riesgo de tener caídas), trabajan su capacidad cardio-respiratoria y mejoran en la calidad del sueño (los residentes se duermen más rápido y por periodos de tiempo más largos). También sienten alivio en zonas doloridas o hinchadas y, mientras están en el agua, les desaparece la sensación de pesadez de los miembros inferiores y muchos de sus dolores físicos y articulares”.
Según explica Mónica Cuevas, técnica de animación sociocultural de la residencia IMQ Igurco Bilbozar, “hemos arrancado el programa, inicialmente, con dos grupos, uno de mujeres y otro de hombres. Cada uno tiene una sesión a la semana de una hora de duración para no fatigarles y se les proporciona equipación completa para desarrollar la actividad con las máximas garantías de seguridad”.
Para la técnica de IMQ Igurco, “hemos apostado por este proyecto con una gran ilusión y nuestra propuesta se ha visto enormemente respaldada por los residentes, que están encantados con la iniciativa. Especialmente, nos ha llamado la atención el afán de superación de algunos de ellos que, a pesar de su edad y de no saber nadar, no han dejado escapar la oportunidad de familiarizarse con el medio acuático y beneficiarse de una hidroterapia dirigida por profesionales”.