La Sociedad Española de Oncología Médica señalaba recientemente que durante el confinamiento (entre marzo y junio de 2020) se registró un 21% de infradiagnóstico de casos de cáncer en el conjunto de las Comunidades Autónomas. Esto supone que uno de cada cinco pacientes no fueron detectados o lo fueron tarde. Según apuntaba el estudio, los tratamientos oncológicos disminuyeron también, resultando especialmente grave que descendieran los diagnósticos nuevos.

Desde IMQ hemos sido muy conscientes de esta situación y aunque no nos hemos mantenido inmunes a las dificultades vividas por el conjunto del sistema sanitario a raíz de la pandemia, tanto desde nuestra atención primaria como desde el Instituto Oncológico de la Clínica IMQ Zorrotzaurre, hemos adaptado nuestros servicios para preservar en lo posible la atención requerida cumpliendo con todas las medidas de prevención recomendadas.

Tanto la seguridad de los pacientes y los trabajadores como la calidad en la asistencia son y han sido nuestra prioridad a fin de seguir ofreciendo los tratamientos necesarios, dispensando consultas médicas telemáticas y contar con salas acondicionadas para las presenciales.

Nuestros pacientes han podido disponer de una Unidad Asistencial Integral para el diagnóstico y el tratamiento del cáncer de más de 1.300 m2, equipamiento de última generación (dos aceleradores lineales, PET-TAC, gammacámara, cirugía robótica con Da Vinci, etc.), hospital de día oncológico, farmacia oncológica, servicios de apoyo psicológico y nutricional, hospitalización a domicilio, etc.

Al frente de estas infraestructuras y tecnología se encuentra un equipo que trabaja unido y coordinado. El cuadro médico de la Unidad de Oncología de la Clínica está formado por especialistas en Oncología Médica y Oncología Radioterápica que colaboran con las diferentes especialidades quirúrgicas al fin de realizar una actividad asistencial multidisciplinar. El objetivo, proporcionar un servicio integral y humanizado, para mejorar el confort y calidad de vida del paciente durante un proceso asistencial que puede ser muy duro de sobrellevar.

Particularmente en el caso de la Unidad de Oncología Radioterápica, donde es preciso aplicar tratamientos locales que suelen administrarse, casi siempre, de forma diaria y ambulatoria y, a veces, durante semanas, tratamientos que sobre todo salvan vidas, se ha hecho un gran esfuerzo para garantizar su continuidad en condiciones de calidad y seguridad..

Se han establecido, al mismo tiempo, criterios para poder evaluar a cada paciente de forma detallada y rigurosa y se ha optado por tratamientos “hipofraccionados” para acortar la duración y sesiones con la misma efectividad así como participado en un grupo nacional de reciente creación que agrupa a la totalidad de los servicios de igual especialidad en todas las comunidades autónomas para compartir experiencias entre profesionales, colaborar en protocolos y apoyar iniciativas o reforzar el trabajo en el día  a día.

Se han desarrollado también  nuevas líneas de apoyo dirigidas a mejorar la calidad de vida de los pacientes. En este sentido, el Instituto Oncológico ha puesto en marcha iniciativas como la psicooncología, donde profesionales de la salud mental trabajan para reducir el impacto que la enfermedad genera en la persona afectada y en su entorno y destaca el papel de la enfermería de enlace que acompaña y cuida al paciente oncológico en todo su proceso asistencial, orientándole a él y su familia. Además, coordina, facilita y gestiona el acceso en la unidad, velando por el cumplimiento de los objetivos terapéuticos, realiza la acogida del paciente y un seguimiento telefónico.

Igualmente se pueden citar la realización de talleres de oncoestética para personas con cáncer y un novedoso estudio sobre nanotectura, que mide la influencia del interior de las instalaciones asistenciales en la percepción del paciente sobre su propio proceso. Reseñable, del mismo modo, la implicación del Instituto en ensayos clínicos y proyectos de investigación nacionales e internacionales, así como la participación en docencia en el ámbito universitario

Por último, en clave de esperanza para el futuro, es también importante destacar que ya están llegando a las consultas de Oncología nuevos fármacos y combinaciones de tratamiento en tumores de mama, próstata, riñón, vejiga y pulmón, así como técnicas más precisas en oncología radioterápica que ayudarán en este esfuerzo. Sigamos trabajando unidos para vencer al cáncer.