Mayte Segura, directora de Comunicación de la Fundación IDIS

Nos acercamos al final del año con sensación de cansancio pero de satisfacción, algo similar a cuando llegas a la meta en una carrera. Desde la Fundación IDIS hemos trabajado, en la misma línea que lo hacen nuestros miembros, impulsando la innovación, la calidad y la colaboración, siempre con rigor y con el paciente en el centro de todas las decisiones. Hemos impulsado proyectos sectoriales y hemos visto que el desarrollo de la tecnología, de la ciencia y de las herramientas de Inteligencia Artificial (IA) nos dirigen a un cambio de paradigma en el sector salud.

La IA, el uso avanzado de los datos y la digitalización están transformando de manera profunda la forma en que se diagnostica, se trata y se cuida a las personas. Pero más allá del impacto tecnológico, el verdadero cambio de paradigma reside en cómo decidimos utilizar estas herramientas y con qué propósito.

Hoy, más que nunca, es necesario reflexionar, compartir experiencias y entender cómo estas tecnologías pueden convertirse en aliadas estratégicas para mejorar la calidad asistencial, reforzar la seguridad del paciente y avanzar hacia una atención más predictiva, preventiva y personalizada. La inteligencia artificial no es un fin en sí mismo; es un medio que, bien utilizado, puede ayudarnos a construir un sistema sanitario mejor.

Este avance, sin embargo, exige una mirada responsable. Incorporar algoritmos o automatizar procesos no es suficiente. El verdadero reto consiste en construir un modelo de salud en el que la innovación esté verdaderamente al servicio de los pacientes y de los profesionales. Y eso requiere reflexión ética, gobernanza del dato, transparencia en los procesos y una visión colaborativa que integre a todos los actores del sistema: profesionales sanitarios, pacientes, organizaciones, industria y administraciones públicas.

Nos encontramos, probablemente, ante la mayor revolución vivida en el sector desde la irrupción de internet. En el ámbito de la salud, las posibilidades son inmensas. Hablamos de terapias dirigidas, diagnósticos más rápidos y precisos, modelos predictivos, eficiencia en los procesos asistenciales, investigación biomédica y mejora continua de los resultados en salud. Pero para que todo ese potencial se materialice es imprescindible contar con datos de calidad, interoperables y utilizados con rigor.

En este contexto, en 2025, hemos desarrollado proyectos como los de eficiencia de procesos, interoperabilidad y el Espacio de Datos de la Sanidad Privada, que representan pasos decisivos para avanzar hacia una asistencia mejor coordinada, más segura y más eficiente. Son iniciativas que nos guían en un objetivo común: ofrecer una mejor atención y, en definitiva, una mejor salud para los pacientes.

La colaboración se ha demostrado, una vez más, como un elemento imprescindible. Ninguna transformación de esta magnitud puede abordarse de forma aislada. La innovación en salud requiere alianzas, confianza mutua y una visión compartida que permita trasladar los avances tecnológicos a la práctica clínica real con rapidez y seguridad. La atención a la población y el avance de los nuevos tratamientos dependen, de forma imprescindible, de que las innovaciones lleguen cuanto antes a los pacientes. Retrasar la incorporación de nuevas soluciones diagnósticas o terapéuticas no solo frena el progreso, sino que tiene un impacto directo en la salud y en la calidad de vida de las personas.

Desde la Fundación IDIS hemos insistido a lo largo del último año en cuatro pilares fundamentales: rigor del dato, calidad asistencial, innovación y colaboración. Nuestros esfuerzos se han centrado en ofrecer informes sólidos que aporten una visión transparente del sector sanitario privado y de su contribución al sistema de salud. Hemos ampliado el foco, incorporando ámbitos como el sector bucodental, y hemos profundizado en cuestiones clave como los resultados sanitarios, la digitalización y la experiencia del profesional sanitario.

En 2026 IDIS seguirá desempeñando un papel de cohesión y liderazgo del sector. Contamos con una estructura sólida y con el compromiso de más de cien entidades miembro que sostienen el proyecto y lo hacen posible. Esa estabilidad es la que permite impulsar iniciativas estratégicas, anticipar tendencias y acompañar al sector en su transformación.
El cambio de paradigma en el sector salud ya está en marcha. La tecnología nos ofrece herramientas extraordinarias, pero el verdadero valor reside en cómo las ponemos al servicio de una atención más segura, más eficiente y más humana. Ese es el desafío y, al mismo tiempo, la oportunidad que tenemos por delante.